El economista conectó en directo con Más vale tarde para examinar la tesitura que viene generando Donald Trump en este apartado. Bernardos recalcó que estos movimientos del presidente americano nada tienen que ver con estrategias económicas y que, en estos momentos, mucho dependerá de si la Unión Europea se repliega y acepta como China o Reino Unido.

Sobre este momento que se vive entre Europa y Estados Unidos, Gonzalo Bernardos explicó que las posibilidades de actuación y represalias que podría haber por ambas partes son muy importantes. Así, lanzó un mensaje a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a quien pidió aguantar y no decaer ante las extravagancias de Donald Trump.

La presión que le vendrá a EEUU como Europa le ponga aranceles será bestial y, al final, quién deberá ceder será Donald Trump

En relación a la situación entre España y el país norteamericano, tras la tensión en la cumbre de la OTAN y los próximos aranceles, Bernardos comenzó explicando que son productos de "menor importancia", refiriéndose a que se tratan de algunos medicamentos, aunque sí recaen sobre todo en el vino, el aceite o aparatos eléctricos que se exportan a EEUU. Explicaba que donde realmente puede hacer daño es en el sector agrícola, pero que, por ejemplo, en el vino duda que se atreva a aumentarlos porque Francia pondrá el grito en el cielo. "Lo que no puede hacer es poner más aranceles al vino español que al francés, deben ser los mismos. La única capacidad de represalia que tiene es poner aranceles elevados a productos de relevancia para España y bajos para elementos secundarios. Para ello, también debería de contar con la complacencia de la Unión Europea y yo espero que esa complacencia no se dé", concluyó. 

La guerra arancelaria de Trump

El pasado 9 de julio, en el curso de otro debate en la Eurocámara, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que la UE está negociando con firmeza para lograr un acuerdo comercial que asegure un "marco fiable" que ponga fin a la guerra arancelaria, al tiempo que ha subrayado que, mientras continúan las conversaciones, Bruselas se prepara para "todos los escenarios".

En la batalla comercial lanzada tras su llegada a la Casa Blanca, Trump activó aranceles del 50% sobre el acero y el aluminio europeo, de otro 25% sobre las importaciones europeas de vehículos y piezas y anunció otro 20% masivo sobre la mayoría de producciones restantes procedentes de la UE.

Con la tregua anunciada hasta el 9 de julio para dar margen a la negociación, el presidente norteamericano mantuvo, en realidad, los gravámenes sobre el acero, el aluminio y los coches, si bien redujo temporalmente del 20 al 10% los otros aranceles, a los que Estados Unidos se refiere como "recíprocos" aunque no lo sean.

El comisario de Comercio y jefe negociador con Estados Unidos, Maros Sefcovic, aseguró el propio 9 de julio que las conversaciones en curso han evitado a la Unión Europea "aranceles más altos" que los que ya impone Washington al 70% de las producciones europeas; al tiempo que ha insistido en que hay opciones de cerrar un principio de acuerdo en los "próximos días".

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha abogado por intentar cerrar en las próximas semanas un "acuerdo de principios" entre la Unión Europea y Estados Unidos en materia comercial que defina cuál será el nuevo marco de las relaciones entre ambas regiones.

"Es importantísimo tener en cuenta este impacto y también el impacto de la incertidumbre que afecta a los intercambios comerciales y a las inversiones de nuestras empresas en Estados Unidos, pero también a las inversiones de empresas norteamericanas en Europa y en España", ha señalado el titular de Economía.

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