La plaza de la Ciencia de CosmoCaixa en Barcelona alberga dos girasoles inteligentes que son capaces de producir energía suficiente para cubrir el consumo medio de tres familias europeas. Son los Smartflower POP, que se abren automáticamente al primer rayo solar y sus placas fotovoltaicas producen cada año 11.600 kWh. Esta iniciativa nos acerca un poco más, por tanto, a ese compromiso de la Unión Europea de utilizar al menos un 32 % de energías renovables en el 2030. 

Según asegura al portal social social Alma Jordi Portabella, director del área de divulgación científica de CosmoCaixa, esta iniciativa intenta “ajustar nuestro desarrollo para que, como mucho, sea paralelo a la regeneración de los recursos naturales”.  Y es que la capacidad de la naturaleza de regenerarse a sí misma no sigue el mismo ritmo con el que los seres humanos consumimos sus reservas.

Además de los girasoles inteligentes, encontramos en CosmoCaixa un jardín vertical con el que la entidad quiere aportar su granito de arena a construir un mundo mejor para todos y más sostenible. Justo al lado de la cafetería  encontramos un muro hecho de romero, lavanda, tomillo, hiedra y todo tipo de plantas. Este oasis de diversidad está formado por un total 4.000 plantas pertenecientes a 14 especies propias de la zona mediterránea que viven con muy poca agua y casi no necesitan mantenimiento. Todo un laboratorio viviente de apenas 115 m² en pleno asfalto: “Estamos analizando los tipos de sustratos que tenemos, dos hidropónicos y tres de tierra, para saber cuáles pueden ser más eficientes de cara al futuro”, asegura Jordi.

CosmoCaixa organiza visitas guiadas tanto al jardín vertical y su evolución desde los jardines de Babilonia como a los girasoles solares.