En más de una ocasión hemos hablado en El Telescopio de los nuevos métodos de pago a través del smartphone. A pesar de las reticencias iniciales, ahora mismo se han convertido en algo muy habitual en las compras que los consumidores realizan en diferentes establecimientos.

A ello ha contribuido, tanto los óptimos niveles de seguridad que ofrecen, como que la mayoría de las grandes marcas fabricantes de los móviles y las compañías de prácticamente todos los sectores, los han incorporado.

Faltaba una, que hay quien la considera empresa y que otros califican como marca: la Iglesia. Aunque nuestro país es uno de sus 'feudos', como lo demuestra la devoción con la que se viven estos días de Semana Santa en algunos lugares, ha sido en el Reino Unido, donde se ha anunciado que, en un grupo de ellas, acepta ya el pago móvil a través de los sistemas de Apple Pay y Google Pay (hasta hace poco Android Pay).

De la ‘Ley Wert’...

Mientras en nuestro país, la manera que algunos han contemplado como perfecta para que los jóvenes se sientan atraídos por la fe es incluir la religión con asignatura troncal (Ley Wert), en otras naciones la Iglesia busca caminos diferentes.

La idea de incorporar este tipo de pago, según revela la cadena británica pública BBC, persigue que ese núcleo de población más adaptado a las nuevas tecnologías, observe a la institución como moderna, abierta a los avances.

Desconocemos el impacto de la medida en el futuro. No obstante, las pruebas realizadas el pasado verano debieron ser satisfactorias, puesto que ahora se implantará de manera progresiva en todos los templos de la Iglesia británica.

Por ahora, el pago a través del móvil se puede realizar para abonar algunas ceremonias que se lleven a cabo por parte de esta institución. Según señalan desde la BBC, el objetivo es que se extienda por todos los centros de culto de Inglaterra.

El cepillo debe esperar

Eso sí, hasta el momento, lo de sustituir el cepillo por el contactless todavía va a tener que esperar. Cuando se haga una realidad -parece que aún está en fase de estudio- ya no habrá excusas en el instante en que al creyente le llegue su turno y diga aquello de que no tiene monedas.

Sin saber si tendrá definitivamente éxito este salto tecnológico eclesiástico, lo que sí es evidente es que si funciona, del Reino Unido pasará al resto de mundo evangelizado. Ahora la pregunta que surge es ¿para cuándo el salto a las cryptomonedas?