Seis meses de voluntariado pueden cambiar la vida. La de las mentoras, que viven una experiencia personal transformadora; y la de las mujeres tuteladas, que recuperan el respeto, la independencia y la autoestima. El testimonio de una de las mujeres beneficiarias del programa De mujer a mujer resume el gran valor humano del proyecto: “Mi mentora me ha hecho ver cosas que a mi sola me hubiese sido imposible reconocer. Levantar mi autoestima…me ha dado la oportunidad de ver las habilidades que hay dentro de mí. Esta iniciativa me ha permitido escapar de una muerte segura”.

Tuit de Banco de Santander sobre el programa De mujer a Mujer

La Fundación Integra y Banco Santander han anunciado la puesta en marcha de la tercera edición de este programa de voluntariado corporativo, en el que quince profesionales de la entidad financiera acompañarán a quince mujeres que han sufrido violencia de género para ayudarlas a trazar sus metas a corto y medio plazo, mejorar su empleabilidad y orientarlas para que accedan al mercado laboral. Las participantes son mujeres con un perfil cualificado que buscan volver ejercer una profesión y tener una segunda oportunidad. En las dos ediciones anteriores -según informa el banco- 29 mujeres "aumentaron sus posibilidades de salir de su situación de vulnerabilidad".

Las mentoras participan en una jornada de formación que imparte Fundación Humaniza -organización que colabora en el proyecto- durante la que profundizan en la realidad de la violencia contra la mujer y en los conceptos y técnicas del mentoring como herramienta de desarrollo personal y laboral. Tras esta formación, las voluntarias seleccionadas acompañarán a las participantes del proyecto con sesiones individualizas y actividades grupales orientadas a la inserción al mercado laboral. En este período se involucran en el programa altos directivos del Banco Santander y expertos en empleo de Universia, también perteneciente al grupo financiero.

Durante la clausura de la edición anterior, Jaime Pérez Renovales, director general de Banco Santander y responsable de Secretaría General y RRHH, destacó durante su intervención que este tipo de iniciativas generan compromiso y orgullo de pertenencia entre los empleados, ya que a través del voluntariado “obtenemos siempre más de lo que damos”. Y puso en valor el papel de las mentoras, profesionales del Grupo: “sois un ejemplo claro de nuestros comportamientos corporativos, viviendo la cultura y la misión del Banco”. En este acto se procedió a la entrega de diplomas a las participantes y también a reconocer a las cerca de 30 mentoras que ha prestado su apoyo en las dos convocatorias que se han celebrado hasta ahora del programa “De mujer a mujer”.

El voluntariado corporativo

Cada vez son más las compañías que impulsan el voluntariado corporativo como fórmula para fomentar no sólo el respeto y la solidaridad, sino también el espíritu de equipo, los valores, el orgullo de pertenencia y el compromiso con la empresa. Desde la Fundación Codespa, destacan cómo la innovación social empresarial ha constituido un antes y un después en el modelo tradicional de trabajo de las grandes corporaciones. Una opinión con la que coincide el Observatorio de Voluntariado corporativo: “El sector empresarial es cada vez más consciente de que puede aprovechar su estructura para la generación de beneficios sociales y medioambientales. Una correcta política de voluntariado corporativo lleva consigo la consecución de ventajas para los tres agentes implicados en el proceso: el colectivo beneficiario, las empresas y los voluntarios (empleados)”.

 “Necesitamos profesionales comprometidos y preparados, que sean un reflejo de la sociedad”, señalan desde Banco Santander, y recuerdan que dentro de su objetivo de ser un banco responsable los empleados tienen derecho a dedicar una cierta cantidad de horas de trabajo cada año a estas actividades. En 2018, 40.000 trabajadores de Banco Santander participaron en programas de voluntariado, a los que dedicaron 130.000 horas. 

Los empleados del grupo colaboran con diversas organizaciones para desarrollar su apoyo a las comunidades y participan en numerosas iniciativas para mejorar la calidad de vida de las personas. Otro de los programas de voluntariado que ha impulsado el banco recientemente es Santander Legal Pro Bono. Esta actividad consiste en que los abogados de la entidad proporcionen trabajo voluntario y no remunerado, utilizando todo su conocimiento y habilidades profesionales para apoyar a organizaciones sociales, culturales o educativas sin fines de lucro que no pueden pagar servicios legales y cuyo objetivo es ayudar a las personas en una situación de vulnerabilidad social. El pasado mes de octubre, la sede del Santander en Boadilla del Monte acogió la Cumbre Europea de Voluntariado Pro-Bono, el congreso internacional líder en este ámbito. A la reunión asistieron más de 130 personas de alrededor de 20 países de los cinco continentes, y contó con oradores internacionales que debatieron sobre cómo aprovechar el talento de los empleados y generar un mayor impacto social.

Ana Botín, presidenta de Banco Santander, durante la recogida de juguetes para Cruz Roja las pasadas Navidades

Ana Botín, presidenta de Banco Santander, durante la recogida de juguetes para Cruz Roja las pasadas Navidades.

También se celebró en diciembre un ‘maratón de ideas’ (de comunicación y marketing, tecnología y sistemas, y recursos humanos), con el fin de que varios profesionales del grupo ayudaran a diversas ONGs a mejorar su identidad e imagen de marca; su presencia en redes sociales y su branding; su organización y análisis de datos.