En las últimas horas se ha filtrado un vídeo de las campeonas del mundo en el que las futbolistas y parte del combinado español "ríe" el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso. La intención de las imágenes no es otra que la de desacreditar a la futbolista, sin embargo, termina dándola la razón: el gesto no fue "mutuo" ni "consentido" como defiende el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). "¿No lo habéis visto? Emocionado y tal, viene y me ha cogido así", relata la futbolista. 

El vídeo fue publicado por el agitador ultra Alvise Pérez la noche del pasado martes y se han hecho eco prensa conservadora y satélites mediáticos de la extrema derecha.

La versión de Rubiales

El máximo responsable del fútbol de nuestro país -más allá de que ahora se encuentra suspendido de manera "provisional" por la FIFA- se aferraba al cargo el pasado viernes contra todo pronóstico y ante el beneplácito de una guardia pretoriana que después no dudaría en condenar el gesto que se produjo en la recogida de medallas de Sídney

"Ella fue quien me subió en brazos, me acercó a su cuerpo, nos abrazamos. Le dije 'Olvídate del penalti, has estado fantástica, sin ti no hubiéramos ganado el mundial'. Ella me contestó: 'eres un crack,. Me agarró la cadera (...) Y yo le dije '¿un piquito?' y me dijo 'vale". Estas son las palabras con las que el representante primero de la Federación expuso los hechos. 

Comunicado de Jenni Hermoso

Tras la insólita declaración de Rubiales, la exjugadora del Atlético de Madrid -que ya había condenado los hechos- emitió un comunicado en el que denunciaba la manera en la que éste se había pronunciado. 

"(...) Si bien es cierto que por mi parte no quiero interferir en los múltiples procesos legales en curso, me siento obligada a denunciar que las palabras del señor Luis Rubiales explicando el desafortunado incidente son categóricamente falsas y parte de la cultura manipuladora que él mismo ha generado. Aclaro que en nungún momento se produjo la conversación a la que el Señor Luis Rubiales hizo referencia y que, ni mucho menos, subeso fue consentido".

"De la misma manera quiero reiterar como ya hice en su momento que este hecho no ha sido de mi agrado. La situación me provocó un shock en el contexto de celebración, y con el paso del tiempo y tras profundizar un poco más en esas primeras sensaciones, siento la necesidad de denunciar ese hecho ya que conidero que ninguna persona, en ningún ámbito laboral, deportivo o social debe ser víctima de una agresión de este tipo de comportamientos no consentidos. Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte".

Más imágenes que desmienten al presidente

Las imágenes a las que Rubiales y la familia se han referido en los últimos días no solo no aparecen por ningún lado, sino que basta con ver la secuencia completa de la recogida de medallas tras el pitido final para apreciar que es él y no ella quien se abalanza

Presiones de la Federación

Previamente, cabe destacar que Hermoso había declarado haber recibido presiones por la Federación para salir a calmar las aguas en un vídeo del que ella, según la versión de la jugadora, se negó a participar.

El vídeo no cambia nada

Rubiales ha enviado a la FIFA el vídeo grabado desde dentro del autobús. En él se escucha comparar el beso con el de Iker Casillas y Sara Carbonero tras la final de Sudáfrica y gritar "Beso, beso", explicano que es "De Rubi con la Jenni, que se han dado un pico" y decir "Presi, presi" durante un momento en el que Rubiales entra en escena.

Más allá de lo sesgado que varios usuarios han lamentado pueden estar las imágenes y del shock al que la propia Hermoso se refiere, lo que queda más claro es que aunque la situación se hubiera tomado con sorna dentro del vesturario y el resto de la selección en un primer momento, no cambia nada. Por otro lado, se destaca que en ningún caso existe el consentimiento

"Nada de lo que haga quien la recibe —antes, durante o después— modifica, atenúa o anula la agresión. El comportamiento de una víctima no interfiere con el acto, del cual solo es responsable quien lo comete. Ninguna reacción es el 'modelo' y no tiene que cumplir 'requisitos'", explica de forma directa una usuaria de Twitter, quien añade las siguientes cuestiones para que quede claro lo que se pone sobre la mesa (todos los puntos siguientes obedecen a tuits de la misma y ElPlural.com ha rescatado estos por lo bien de su explicación, pero hay muchos ejemplos en internet).

  • "En la gradación más 'leve' de la violencia, y si viene de un superior, la probabilidad de naturalizar y normalizar es mayor, por lo que el darse cuenta y la autopercepción de lo ocurrido (que nunca responde a un tiempo determinado) puede tardar más".
  • Algunos ejemplos relacionados con esto que cualquiera puede ubicar (con toda la distancia en la gravedad, penal y social, de unos y otros hechos) A la mujer a la que agredió La Manada se la acusó de estar después hacer "su vida normal".
  • La mayoría de víctimas de violencia machista no denuncian, a veces son ellas mismas quienes las retiran, tardan muchas veces años en darse cuenta de que están siéndolo (víctimas) y las mujeres con más nivel educativo son las que más tardan (por encima de los 8 años).