El día de la boda es siempre – o casi – maravilloso. El problema llega después, cuando, pasado un tiempo, el amor se agota y se decide resquebrajar el vínculo. Los divorcios suelen traer bastantes contratiempos e incluso a veces dolorosos económicamente, como el que le ha ocurrido a un alemán.

Según recoge Antena 3, tras dos años de matrimonio, una pareja ha decidido poner punto y final al proyecto de vida conjunto. Cada uno por su lado. Pero los problemas para el hombre se incrementan, sobre todo después de la decisión de un juez.

En este caso, la separación no parece haber ido a más, pero sus suegros han decidido reclamarle el dinero que le regalaron a la pareja el día de su boda. Un montante que asciende a 100.000 euros y que iban destinados a la compra de un piso a las afueras de Berlín.

Un juez ha obligado al yerno a devolverle la mitad del importe a sus suegros. Un duro golpe para el bolsillo de este alemán. Los suegros, según el magistrado, tienen derecho a la devolución de parte del importe, sentando un precedente.