El Ministerio de Sanidad presentará este jueves a las comunidades autónomas un plan de prevención y control para la temporada de virus respiratorios. Según ha adelantado 'ABC', el plan contempla la posibilidad de endurecer gradualmente el uso de mascarillas en función de cuatro escenarios de riesgo. Este enfoque pretende adaptarse a la evolución de la situación epidemiológica, ajustando las medidas según la gravedad de los contagios y la presión sobre el sistema sanitario. Las autoridades buscan así minimizar el impacto de los virus respiratorios en los próximos meses y proteger a la población más vulnerable.
Para ser más precisos, el Ministerio de Sanidad presentará este jueves un plan de prevención y control ante la inminente temporada de virus respiratorios, entre ellos la gripe y el Covid-19. Este documento, que será debatido en la Comisión de Salud Pública junto a las comunidades autónomas, propone un enfoque adaptativo para el uso de mascarillas, en función de cuatro escenarios de riesgo basados en la transmisibilidad de las infecciones respiratorias.
La medida más destacada es la posibilidad de imponer de manera gradual el uso de mascarillas, que dependerá de la gravedad de la situación epidemiológica y será regulada por las comunidades autónomas. Estas decidirán si implementan la obligatoriedad del uso de mascarillas de manera general o solo en determinados centros, considerando la "situación específica y vulnerabilidad" de su territorio. El objetivo es asegurar una respuesta eficaz ante el aumento de infecciones respiratorias, especialmente en entornos vulnerables como hospitales y residencias de ancianos.
El plan establece cuatro escenarios de riesgo, los cuales serán monitoreados a través del Sistema de Vigilancia de Infecciones Respiratorias Agudas (Sivira), que mide la incidencia de estos virus en tiempo real. En el escenario 0, definido como "interepidémico o basal", el riesgo es bajo, mientras que en el escenario 1 la transmisibilidad se considera baja o moderada. En el escenario 2, la situación empeora con una transmisión alta, y en el escenario 3, se enfrenta un nivel de transmisión muy alto o incluso "pandémico".
Cada uno de estos escenarios determina la adopción de medidas progresivas. En todos los niveles, Sanidad recomienda el autoaislamiento para las personas con síntomas respiratorios y el uso de mascarilla, una medida que se refuerza conforme el riesgo aumenta. En el escenario 1, con una transmisión moderada, el uso de mascarillas se recomienda para el personal sanitario, pacientes y acompañantes en áreas especialmente sensibles de los centros de salud, como salas de quimioterapia y unidades de trasplante.
Además, el plan incluye recomendaciones generales como el seguimiento constante de la situación epidemiológica, la difusión de medidas de prevención frente a la gripe y el Covid-19, así como la promoción de la vacunación para todos los grupos de edad. A medida que la situación se agrava y se pasa a escenarios de mayor riesgo, las actuaciones se intensificarán.
Este enfoque busca que las comunidades autónomas cuenten con criterios unificados para evaluar el riesgo en cada momento y poder tomar decisiones rápidas y efectivas. De esta manera, el plan tiene como objetivo no solo prevenir el aumento de los contagios, sino también minimizar el impacto en los sistemas de salud y proteger a las poblaciones más vulnerables.
Mónica García ya adelantó el posible retorno de las mascarillas
El pasado 11 de octubre, la ministra de Sanidad, Mónica García, ofreció importantes declaraciones respecto a las posibles medidas a implementar en los próximos meses para controlar la incidencia de virus respiratorios, como la gripe y el Covid-19, durante el otoño e invierno. En su intervención posterior al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), García subrayó que no descarta el retorno obligatorio de las mascarillas en centros de salud y hospitales si los indicadores de contagios superan ciertos umbrales.
La ministra destacó que las principales herramientas para combatir estos virus son la vacunación, la higiene, el uso de mascarillas y otras medidas de contención, subrayando que no existe un amplio margen de opciones más allá de estas estrategias. Al ser cuestionada por el posible regreso de las mascarillas a los centros de atención sanitaria, García fue clara: "Las herramientas y las medidas que tenemos contra los virus respiratorios son la vacunación, higiene, mascarillas y medidas de contención, no hay mucho más". Esta respuesta evidencia que, ante un posible aumento de la incidencia, el uso de mascarillas podría volver a imponerse, especialmente en los espacios donde las personas vulnerables se concentran, como hospitales y centros de salud.
Durante la rueda de prensa, la ministra informó que el viernes previo se discutió con las comunidades autónomas un documento que establece criterios comunes para abordar tanto la gripe como el Covid-19. Este documento, que aún está siendo elaborado, tomará su forma definitiva el próximo 17 de octubre, cuando la Comisión de Salud Pública se reúna para darle los últimos retoques.
García destacó que este documento es el resultado de un esfuerzo conjunto entre las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, y que ha sido diseñado con el objetivo de unificar tanto criterios técnicos como políticos, algo que los propios consejeros autonómicos habían solicitado previamente. "Es un documento técnico que se está trabajando en las diferentes comisiones y las ponencias, pero que queríamos unificar tanto los criterios técnicos como los criterios políticos, como muchas veces nos han demandado los propios consejeros", explicó García.
Uno de los puntos clave que la ministra subrayó es que este documento busca permitir a las comunidades autónomas anticiparse a escenarios de alto riesgo, sin que sea necesario que el Ministerio dicte de manera centralizada qué medidas deben aplicar. En su intervención, señaló que "no se trata solo de medidas una vez que nos encontramos en el escenario, sino medidas de cómo nos podemos anticipar a esos escenarios". Esto resulta esencial, dado que actuar de manera reactiva, cuando los contagios ya están en aumento exponencial, genera complicaciones. García recordó las dificultades del año pasado cuando, a pesar del aumento de casos, algunas comunidades tardaron en implementar medidas como el uso de mascarillas en centros sanitarios.
Mónica García destacó que esta estrategia es pionera, ya que hasta ahora solo se había aplicado en la gestión del Covid-19, pero ahora también incluirá la gripe. "Es pionero que desde el Ministerio estemos impulsando que ahora también se haga con la epidemia de la gripe de este año para que no nos pille el toro", concluyó la ministra, enfatizando la importancia de estar preparados ante lo que podría ser una temporada complicada de infecciones respiratorias.