Simone Biles, de 26 años, se ha coronado estos días como la mejor gimnasta del mundo, demostrando que sigue siendo una leyenda viva de esta disciplina deportiva pese a su retiro desde los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 por problemas de salud mental. No es la única personalidad que ha reconocido padecer una patología de este tipo.  En España Alejandro Sanz, Ángel MartínMercedes MiláNena Daconte o Javi Martín, entre otros, han dado un paso adelante para reconocer su lucha contra una enfermedad estigmatizada que, sin embargo, afecta a cuatro de cada diez personas en nuestro país.

Solo el 30,8% de los menores de 24 años considera que tiene una buena salud mental

Un informe elaborado por la Confederación Salud Mental España y la Fundación Mutua Madrileña revela que casi el 75% de la población española está convencida de que su salud mental ha empeorado en los últimos años y 4 de cada 10 aseguran tener problemas de este tipo, con una mayor incidencia entre las mujeres y los más jóvenes. Solo el 30,8% de los menores de 24 años considera que tiene una buena salud mental. La edad media en que se diagnostica un trastorno mental es de 26,6 años.

El estigma de la salud mental: 6 de cada diez sufren rechazo

Uno de los elementos que genera mayor sufrimiento y dificultades a la persona con trastornos o problemas de salud mental es el estigma y la discriminación que acarrea. Pese a que a raíz de la pandemia se ha avanzado mucho a la hora de normalizar los trastornos psiquiátricos, sigue habiendo muchos prejuicios hacia los problemas más graves y de baja prevalencia. Según el informe, un 27,6% de la población opina que las personas que padecen o han padecido un trastorno mental son peligrosas y apenas el 21,9% considera que se puede convivir y trabajar con ellas. En este sentido, más de la mitad de las personas diagnosticadas dice haber experimentado rechazo social (58,5%) o discriminación (55%), siendo el trabajo el lugar más habitual.

"Muchas veces el desconocimiento y las falsas creencias, alimentadas por las nuevas redes de comunicación, son las que nos crean desazón y dificultan la comprensión de lo que está ocurriendo, máxime en una sociedad cambiante que abre nuevos paradigmas”, asegura Aurora Herraiz Águila, directora de Responsabilidad Social Corporativa del Hospital Universitario Fundación Jimenez Díaz de Madrid, integrado en la red sanitaria pública, en la primera de las jornadas del ciclo de debates ‘Salud, Personas y Sociedad. FJD Talks’, dedicada a hablar de salud mental. Estos debates forman parte del compromiso social del hospital para contribuir a construir un mundo mejor entre todos. “Queremos contribuir a la difusión de una información veraz en los ámbitos que más nos preocupan, con una información docta”, enfatizó esta profesional.

Información y debate social como prevención

“Desde las instituciones sanitarias no sólo debemos trabajar proactivamente en la curación, sino también en la prevención y esto incluye el debate social para arrojar un poco de luz sobre las cuestiones que nos preocupan en el ámbito sanitario, especialmente en temas sobre los que hay claros-oscuros como es el de la salud mental”, argumentó el Dr. Arcos Campillo, director médico de la Fundación Jiménez Díaz y moderador del encuentro, en el que participaron el Dr.  Enrique Baca García, jefe del Departamento de Psiquiatría de la Fundación Jiménez Díaz y catedrático de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid; y el Prof. José Antonio Luengo Latorre, decano-presidente del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y miembro del Equipo para la Prevención del Acoso Escolar en la Comunidad de Madrid

Perfil de la persona con problemas de salud mental

"Se estima que un 22,8% de la población española mayor de edad son personas con experiencia propia en problemas de salud mental, siendo la edad media de diagnóstico los 26 años y caracterizándose el perfil de la persona con experiencia propia en este sentido por un mayor peso de la población femenina, los estratos de edad más bajos y las clases bajas y medias-bajas”, relató el Dr. Arcos. Valoró como muy preocupante el hecho de que el 18,9% de la población adulta consume de forma habitual algún tipo de ansiolítico o antidepresivo.

La pandemia ha provocado un aumento de la demanda de necesidades relacionadas con enfermedades de salud mental, que el Dr. Baca, aglutina en cuatro grandes grupos: trastornos mentales graves, consumo de sustancias, autolesiones y conductas suicidas y los trastornos mentales comunes (principalmente depresión y ansiedad). Estos últimos, añadió, son los que afectan al grupo más numeroso. En paralelo destacó problemas que, sin llegar a convertirse en una patología, implican mucho sufrimiento a nivel emocional, especialmente entre los más jóvenes.

Por su parte, el Porf. Luengo puntualizó que en una sociedad como la actual, que describió como "hedonista, materialista y deshumanizada", la pandemia ha sido un "factor multiplicador" de los síntomas, más que causante del mismo. Asimismo, añadió, "las nuevas tecnologías han contribuido también al efecto contagio en algunos ámbitos, sobre todo en el de las autolesiones".

La ideación o intento de suicidio se dispara en el caso de los más jóvenes y el colectivo LGTB

Según el informe sobre la Situación de la Salud Mental en España antes mencionado, un 42,1% de las personas dice haber sufrido depresión, un 36,9%, ansiedad prolongada en el tiempo; un 14,5% tuvo ideación suicida o intentó suicidarse; y un 9% se causó autolesiones. La estadística sobre ideación o intento de suicidio se dispara en el caso de los más jóvenes, situándose respectivamente en el 30,7 y el 31,8%. Lo mismo ocurre con el colectivo LGTB, donde los intentos de suicidio representan un 32,1%.

Otro punto que abordaron en el coloquio fue la búsqueda de la felicidad y las obligaciones que crea la sociedad, de forma errónea, en torno a este objetivo. "Es muy loable desear ser feliz, pero es imposible serlo siempre", dijo el Prof. Luengo, abogando en cambio por educar en aptitudes como la resiliencia para saber gestionar la frustración y las expectativas. Y es que, como apuntó el Dr. Baca, "debemos asumir que la salud mental es perfectamente compatible con la convivencia con el malestar".

Educación y comunicación para prevenir la salud mental

Entre las posibles causas de esta situación, el Dr. Baca apuntó a “los cambios en las formas de relacionarse, la falta de espacios y déficits en la comunicación, los nuevos roles sociales y el desplazamiento de responsabilidades y labores educativas a nuevas esferas". Por su parte, el presidente del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, lamentó "que estemos dejando la responsabilidad de la educación en valores en manos de la sociedad, en detrimento de la familia, ámbito en el que se basaba históricamente el apoyo al individuo".

Los tres especialistas coincidieron en subrayar la importancia de la comunicación para proteger la salud mental, la de nosotros mismos y la de la sociedad en general. “La salud mental se juega en las distancias cortas”, resumieron.

"Hay que generar entornos de escucha, sin juzgar ni dar lecciones; y recuperar espacios para relacionarnos presencialmente. Tenemos que volver a hablar, a comunicarnos y a sentirnos parte de algo, para salvarnos como humanidad ", enfatizó el psicólogo.

Mientras tanto, el Dr. Baca abogó por "dar a los jóvenes seguridad, apoyo, ayuda… pero no para resolverles los problemas, sino para acompañarlos en el proceso de cómo afrontarlos". La mejor medida preventiva en nuestro día a día, subrayó este especialista, es proporcionar cuidados y seguridad a los niños. Asimismo, recordó que, además de la crianza de los niños, la clave de la prevención está en la comunicación, a la que describió como "el eje central del ser humano y de la sociedad; es nuestro mayor valor diferencial, fortaleza y herramienta para estar y sentirnos bien".