La lucha contra el consumo de tabaco es ya un habitual entre los gobiernos de muchos países. En España, el Ministerio de Sanidad que lidera Mónica García acaba de presentar un plan antitabaco con el objetivo de "avanzar hacia una generación libre de humo" que finalmente ha sido aprobado por todas las administraciones regionales. Sin embargo, el camino es largo y hay algunas naciones que han puesto encima de la mesa un órdago: prohibir la venta de este producto a los jóvenes a partir de un año de nacimiento en concreto para que nunca puedan consumirlo de forma legal. Reino Unido o Dinamarca ya han planteado formalmente esta medida bajo el concepto End Game y la pretensión de lograr una generación sin humo.

'End Game' o acabar con el tabaco

En nuestro país la edad media de inicio de consumo de tabaco está en torno a los 14 años, cuando todavía los jóvenes están cursando la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), no pueden conducir e incluso no pueden ejercer el derecho al voto. Da igual las campañas de concienciación que se lancen desde las autoridades, mientras tengan acceso a este producto antes empiezan a fumar. Es por esto que son varios los países que ya han planteado una intensa medida para acabar con estas prácticas, y es vetar la venta de tabaco a las nuevas generaciones. En concreto, las administraciones apuestan por señalar un año de nacimiento a partir del cual ya no puedan comprar nunca elementos relacionados con el tabaquismo de forma legal en los estancos.

Relacionado Sanidad retira del plan antitabaco la prohibición de fumar en los vehículos

Aunque el precedente lo sentó Nueva Zelanda en diciembre de 2021, cuando aprobó esta prohibición para todos los nacidos a partir del año 2007, este plan no salió adelante con el cambio de Gobierno en 2023. Ahora, el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, ha propuesto recoger esta medida en una nueva ley antitabaco para ir elevando poco a poco la edad permitida de venta hasta lograr una generación sin humo. Lo mismo ha planteado Dinamarca. Cabe destacar que una localidad de Massachusetts, en Estados Unidos, vetó hace tan solo unas semanas la venta de tabaco a cualquier persona nacida en el siglo XXI. Por su parte, España ya ha puesto la primera piedra para ello con el proyecto firmado por Mónica García.

En nuestro país las organizaciones que luchan por la erradicación del tabaco aseguran que esta es una meta final que hay que ir nutriendo de medidas más pequeñas a corto y medio plazo, como la subida de los precios, la equiparación de los cigarrillos electrónicos y vapers al tabaco convencional o un empaquetado neutro. Cabe destacar que en España hay al menos un 20% de adultos fumadores y, aunque en adolescentes es algo menos frecuente desde las últimas dos décadas, el consumo todavía es significativo. El concepto acuñado por Reino Unido es End Game, un término con el que se ha bautizado el objetivo de conseguir que, para 2030, la prevalencia del consumo en España sea del 5% o inferior y del 2% para el 2040.

Que los jóvenes no lo prueben nunca

De esta forma, las personas ya enganchadas podrán seguir teniendo acceso a la nicotina, pero no los más jóvenes, especialmente aquellos que todavía no lo han probado. Entre tanto, la concienciación es elevada. La organización Nofumadores realizó hace unos años una encuesta a más de 5.000 personas con un porcentaje de fumadores superior a la media nacional y les lanzaron una única pregunta: "¿A qué edad quieres que tus hijos empiecen a fumar?". El 97% respondió que nunca. "La conclusión es que, aunque uno sea fumador, evidentemente conoce los riesgos y no quiere que sus hijos fumen. La sociedad estaría a favor de medidas más contundentes, porque al final es una pandemia creada industrialmente. Para terminar con el tabaquismo no existe una vacuna, hacen falta leyes", defiende la dirección de este portal.

Relacionado “Los profesores no sabían dónde mirar al poner las bandas”: polémica con escotes y faldas en la universidad

Con todo, no se trata de perseguir el consumo o la venta, sino de limitar el acceso al tabaco y no normalizar su uso con el objetivo de evitar que más personas se enganchen. Además, esto también va a repercutir en el gasto sanitario, dado que muchas de las enfermedades que se tratan en los hospitales tienen que ver con este mal hábito. Así, estos países han considerado que lo primero para ello es lograr que los jóvenes cumplan la mayoría de edad sin haber probado los cigarrillos así como limitar los puntos de venta, especialmente aquellos que no tienen control, como las máquinas expendedoras. También elevar las sanciones para los establecimientos que vendan a menores.

España se convirtió en un país puntero hace una década en la lucha antitabaco a nivel europeo, pero desde entonces se ha avanzado poco. La primera muestra es el precio, que a comparación con otros países de Europa, en territorio nacional es especialmente bajo, más aún en Canarias. Según ha indicado en alguna ocasión la Organización Mundial de la Salud (OMS), un aumento del 10% en el precio supondría una disminución del 4% en el consumo. De esta forma, mientras algunas naciones buscan erradicar el tabaco de forma tajante, en nuestro país se siguen dando pasos cortos para ir reduciendo su consumo con políticas que terminen por evitar la iniciación de los más jóvenes en esta dañina práctica.

 

Síguenos en Whatsapp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes