Un nuevo caso de bullying ha vuelto a acabar con la vida de una niña de 14 años en México. En concreto, según han informado medios locales y posteriormente se han hecho eco diferentes periódicos de todo el planeta, la víctima es Norma Lizbeth Ramos, una adolescente mexicana que sufría acoso escolar. Una cacería que finalmente ha acabado con llevarse por delante la vida de la menor, que fallecía este lunes debido a los brutales golpes en la cabeza que sufrió durante una pelea con una compañera de clase en Teotihuacán, un pueblo arqueológico situado en el Estado de México.

Para ser más precisos, según se puede ver en un vídeo que se ha viralizado en las redes sociales, y que data de finales de febrero de este año, Norma Lizbeth Ramos sufrió recientemente una brutal paliza por parte de una compañera a las afueras del centro en el que estudiaban ambas. Unas imágenes desoladoras en las que no solo se ve a la adolescente mexicana recibir un duro correctivo, sino que además se aprecia como decenas de menores se agolparon alrededor de ambas para jalear la pelea. “¡Dale más fuerte!” o “¡dale una en la cara!” son algunos de los gritos que se llegan a oír. Unas proclamas ante las que la agresora reacciona cogiendo una especie de piedra para seguir golpeando a Lizbeth, que a duras penas consigue desviar algún golpe sin levantarse del suelo.

En otro vídeo, Lizbeth aparece ya con la nariz rota y con chorros de sangre. Sus padres la llevan al médico y después van al colegio a quejarse a las autoridades. Sin embargo, la dirección del centro decide zanjar la polémica por la vía rápida: suspendidas ambas niñas y los gastos médicos ocasionados, a repartírselo entre las familias de ambas.

Sin embargo, esta historia tiene un trágico final, puesto que mientras el centro sigue haciendo su vida normal (porque es más fácil esconder el bullying que hacer frente a él), Lizbeth, castigada en casa, se empieza a encontrar cada vez peor. Náuseas, vómitos y desmayos se empiezan a suceder, hasta que finalmente muere. La autopsia no puede ser más reveladora: traumatismo craneoencefálico, probablemente provocado por los golpes que recibió durante la pelea.

“Ella acudió [a la pelea] porque no quería que se burlaran más de ella. Siempre la hacían a un lado sus compañeros, mujeres y hombres, fue un bullying muy feo lo que a ella le hacían”, subrayaba la hermana de Lizbeth, Alma Delia, al diario local La Jornada. “Estuve con ella desde el día del accidente. La apoyé, fui adonde tenía que ir; quiero que mi hermana sepa que vamos a hacer justicia, que esté donde esté que sea feliz porque ya nadie más la va a lastimar”, añadía esta.

Protestas y destituciones

Tras el trágico desenlace, las reacciones no se han hecho esperar. La directora del colegio, que según varias personas estaba al tanto del bullying que sufría Lizbeth –por su tono de piel y su situación económica-, ha sido destituida y ya no volverá a ejercer como máxima autoridad de un centro. Además, el pueblo y el propio colegio ha sido objeto de numerosas protestas (se han llegado a paralizar carreteras) exigiendo justicia.

De hecho, el caso ha provocado tal indignación en México, que hasta el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, salía este viernes a pedir fortalecer los valores “culturales, morales y espirituales” de México. “México tiene una gran reserva de valores, y es muy importante que no se desintegren las familias y es muy importante que no abandonemos nuestras costumbres y tradiciones, no una mal entendida modernidad: que ya nuestros padres son mayores y tienen ideas conservadoras o son anacrónicos, que ahora la buena onda es el destrampe, los excesos y los antros”, afirmaba Obrador desde Tabasco. “Solo siendo buenos podemos ser felices, la felicidad no es el dinero, la ropa de marca, el lujo barato, la felicidad es estar bien con uno mismo”, sentenciaba.

La agresora, detenida

Por último, tras varios días de búsqueda, finalmente la Fiscalía General de Justicia del Estado de México adelantaba que la agresora involucrada en la muerte de Lizbeth había sido arrestada después de que la encontraran en un domicilio situado en la colonia Santa María Cozotlán, en el municipio de Teotihuacán.

Además, en un comunicado publicado en las redes sociales, la Fiscalía informaba de que la menor ya ha sido puesta a disposición de un juez de control del Centro de Internamiento Quinta Bosque para que se resuelva su situación jurídica.

Por último, el comunicado de la Fiscalía también confirmaba que la muerte de Lizbeth se produjo debido a las heridas de la brutal paliza que sufrió: “Las diligencias practicadas por esta Fiscalía establecieron que la agresión que sufrió la menor trajo como consecuencia un traumatismo craneoencefálico cuya evolución ocasionó su fallecimiento”.