Carlos Velayos, intensivista en un hospital del sur de Madrid, ha desvelado,en una entrevista en La Vanguardia, que, como ocurrió durante la primera ola de la pandemia, están teniendo que "priorizar la cama de UCI" entre los pacientes de coronavirus.

El médico, que no identifica su hospital porque les han pedido a los profesionales que no den detalles de la organización del centro, asegura que "ya han doblado las plazas de críticos y estudian parar la cirugía programada porque no habrá suficientes UCIs disponibles", por el aumento de casos de Covid-19.

Han tenido que habilitar el doble de camas UCI

Su hospital es de tamaño mediano, con 400 camas, y está situado en una de las ciudades madrileñas con más casos de Covid-19 y que contaba con 12 camas de intensivos. Ya las han duplicado robando espacio a las urgencias de ginecología y al hospital de día quirúrgico. Ya tienen 24 camas, el doble, y 18 de ellas ocupadas por enfermos de la Covid-19.

Velayos asegura que se ha incrementado la plantilla para hacer frente al aumento de casos, "pero no lo suficiente para atender al doble de enfermos, así que vamos agotados, multiplicando guardias. Yo voy por siete al mes".

Pacientes entre 55 y 70 años

Según explica el médico, los enfermos son, "como en abril, personas con una situación respiratoria muy comprometida, entre los 55 y los 70 años. Sabemos mejor qué usar y qué no, pero básicamente los pacientes están igual de graves que entonces y las herramientas son igual de limitadas".

Las secuelas de la UCI

"Estar enchufado a un respirador en la UCI tiene muchas posibles secuelas. En los enfermos Covid-19 se juntan todas. El síndrome postuci de la Covid-19 es muy florido. Se alteran las capacidades motoras, que afectan a la autonomía personal, la disfagia, la respiración; también las capacidades cognitivas, el lenguaje, la concentración; y las psicológicas, depresión, ansiedad, estrés postraumático. Sabemos que podemos mejorarles con fisioterapia precoz, con compañía de familiares, disminuyendo los delirios de la UCI".

"El momento más duro, cuando les dices que le llevas a la UCI"

"El momento más duro está en la sala, cuando te acercas a decirles que tendremos que llevarles a la UCI. Y se enfrentan solos, absolutamente solos, porque la Covid-19 no deja entrar a los familiares, a la noticia de que no está funcionando y necesitan que les intubemos. Digerir eso es duro de verdad. Están sufriendo una insuficiencia respiratoria aguda que apenas les deja entrar aire, con mucho miedo, colocados boca abajo, en una mano el móvil y en la otra el pulsador para llamar a la enfermera", explica el médico.