El colectivo de enfermería de urgencias interpuso una denuncia en los juzgados el pasado 2 de abril, después de haber puesto en conocimiento de la Dirección de Enfermería y de la Gerencia del Hospital la grave situación sin recibir ningún tipo de respuesta.
La vida del paciente, en riesgo
La saturación del servicio de urgencias y la acumulación de camas y sillas de ruedas en los pasillos dificulta el trabajo de los sanitarios y puede llegar a poner en riesgo la vida del paciente. En la denuncia presentada por el colectivo de enfermeros señalan que "si un paciente es afortunado" y necesita ir al box de reanimación porque su estado ha empeorado "es necesario quitar una fila formada por sillas de ruedas, sillones y camillas para poder sacar dicha cama" con la consiguiente pérdida de tiempo y retraso en la atención.
La alimentación de los pacientes en urgencias también se está viendo perjudicada porque "no hay comida suficiente". Al prolongarse las horas que los enfermos pasan en Urgencias, deben pedir dietas de alta ocupación, que consisten en " un caldo, un sándwich y compota de manzana", perjudicando "la calidad asistencial". Llegan a estar "hasta 48 horas en un sillón" por falta de camas y con una visita médica "cada 24 horas".
El hospital niega "la falta de material"
Según informa Cadena Ser, en un comunicado emitido por el hospital, el centro ha negado que haya "falta de material" o "restricción económica". Asegura que "garantiza la asistencia hospitalaria de todos los pacientes que acuden al Servicio de Urgencias durante todo el año", aunque haya momentos "puntuales" en los que resulta "imposible cumplir este objetivo a causa de una afluencia mayor de la habitual de pacientes urgentes".
Sin embargo, los profesionales aseguran que llevan mucho tiempo arrastrando estos problemas y que se deben tomar "medidas urgentes".
