En los últimos años, la gran mayoría de los partidos políticos han tejido vínculos con diversas organizaciones. La finalidad de esta inversión de recursos es operar de forma más eficaz en el entorno, a la vez que maximizar su redito político y electoral. Entre otras organizaciones destaca el crecimiento de los think tanks vinculados a los partidos políticos.
Estos think tanks tienen como principal objetivo generar ideas orientadas o incidir en la toma de decisiones políticas. En otras palabras, con los laboratorios de ideas se pretende transferir conocimiento experto en el ámbito de las políticas públicas. Sin embargo, las razones por las que son creados varían de unos think tanks a otros. En el caso de estos lobbies partidistas, su creación por parte de los partidos políticos constituye, en general, una respuesta adaptiva a un entorno caracterizado, de un lado, por la amplia desconfianza a los partidos y, de otro, por una reglamentación y controles crecientes hacia la actividad partidista.
La contribución de los think tanks partidistas a los objetivos del partido es tal que en algunos casos adquieren la condición de centros de poder de los partidos. Estos laboratorios de ideas llevan a cabo tareas relacionadas con la difusión de su marca partidista y han alcanzado distintos niveles de éxito con esta colaboración, hecho que ha dotado a algunos think tanks de un grado destacado de notoriedad social.
En España, estos laboratorios de ideas han servido como arma para poder librar la batalla cultural y difundir su pensamiento a través del electorado. Cada partido cuenta con su propio think tank, e incluso figuras políticas individuales han creado estas organizaciones para afianzar su poder dentro del propio partido.
FAES: el bastión ideológico del aznarismo
La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) es el think tank histórico del Partido Popular, íntimamente vinculado al expresidente José María Aznar. Desde su creación, ha funcionado como el epicentro ideológico del ala más neoliberal y neoconservadora del partido. Bajo la batuta de Aznar, FAES ha defendido políticas de desregulación económica, recentralización del Estado y un papel marginal de lo público en favor del libre mercado. Su producción intelectual se ha centrado en combatir el llamado "consenso progresista", promoviendo una agenda cultural que niega la memoria histórica, rechaza el feminismo y relativiza el cambio climático. Aunque en los últimos años el PP ha tratado de desmarcarse parcialmente de FAES para adoptar un perfil más moderado, este think tank sigue siendo un referente doctrinal para el sector duro del partido y un instrumento de presión hacia la derecha ideológica.
Reformismo21: la apuesta tecnocrática de Feijóo
Ante el descrédito de las viejas estructuras ideológicas y en un intento de distanciarse del aznarismo, Alberto Núñez Feijóo impulsó Reformismo21. Este think tank nace con la vocación de ser un espacio de pensamiento centrado, tecnocrático y supuestamente reformista. Su enfoque se basa en promover medidas de política pública que puedan presentarse como neutrales o eficaces, desideologizando el debate, aunque muchas de sus propuestas parten de postulados claramente conservadores. Reformismo21 busca atraer a votantes moderados y rearmar al PP como partido de gestión, pero sin tocar los intereses de las élites económicas. En el fondo, esta apuesta tecnocrática no es más que una nueva envoltura para viejas recetas, presentadas bajo el barniz de la "modernización".
Fundación Pablo Iglesias: el alma histórica del PSOE
La Fundación Pablo Iglesias representa el ala más institucional y simbólica del PSOE. Nacida para preservar el legado histórico del socialismo español, su función ha sido la de custodiar la memoria del partido y promover una reflexión pausada sobre el pensamiento socialdemócrata. Si bien ha perdido centralidad política en los últimos años, sigue siendo un importante canal de legitimación ideológica, sobre todo en momentos de disputa interna. A través de investigaciones, publicaciones y conferencias, la fundación contribuye a mantener viva la memoria de figuras como Largo Caballero o Indalecio Prieto, y reivindica los valores del republicanismo, la justicia social y los derechos de la clase trabajadora. En tiempos de auge reaccionario, este papel no es menor: sostiene una narrativa progresista frente al revisionismo de derechas.
Fundación Avanza: el laboratorio de Pedro Sánchez
Impulsada por el entorno de Pedro Sánchez, la Fundación Avanza es la manifestación del nuevo PSOE de gobierno. Más pragmática que ideológica, su misión principal es elaborar propuestas que respalden el perfil político de Sánchez: europeísta, feminista, verde y digital. A diferencia de otros think tanks más centrados en el debate teórico, Avanza se configura como una herramienta de gobierno, útil para apuntalar reformas legislativas y generar apoyo intelectual al proyecto sanchista. Su carácter marcadamente presidencialista la convierte también en un instrumento de poder interno: sirve como muro de contención frente a corrientes críticas dentro del partido. Lejos de ser una institución puramente técnica, actúa como altavoz del relato oficial de Moncloa.
Fundación Felipe González: nostalgia y liberalismo blando
Creada por el propio expresidente, la Fundación Felipe González opera como un espacio de reflexión vinculado a una visión liberal y modernizadora de la socialdemocracia. Con un fuerte componente personalista, esta fundación encarna la mirada nostálgica de los años ochenta y noventa, cuando el PSOE lideró la transformación institucional y económica del país. Aunque marginal en términos de influencia directa sobre el partido actual, su discurso es frecuentemente utilizado para criticar las políticas más a la izquierda del sanchismo. González ha convertido su fundación en una suerte de púlpito desde el que lanza mensajes de advertencia sobre los riesgos de pactar con partidos soberanistas o de izquierdas transformadoras. Funciona más como un contrapeso interno que como un verdadero think tank orientado a la innovación política.
Disenso: la trinchera ideológica de Vox
La Fundación Disenso es el laboratorio de ideas de Vox, y como tal, constituye una pieza clave en su guerra cultural contra el progresismo. Su propósito es claro: articular un marco ideológico ultraconservador y nacionalista que legitime las políticas del partido. Con una fuerte influencia del pensamiento reaccionario internacional —desde Steve Bannon hasta Viktor Orbán—, Disenso trabaja para construir un discurso alternativo al del consenso democrático liberal. Sus publicaciones promueven el antifeminismo, la negación del cambio climático, la exaltación de una identidad nacional esencialista y la criminalización de la inmigración. No pretende influir en el debate político de forma moderada, sino polarizar y alimentar un clima de confrontación permanente. En este sentido, más que un think tank tradicional, Disenso funciona como una maquinaria de propaganda ideológica al servicio del extremismo.
Instituto República y Democracia: el proyecto alternativo de Podemos
Este instituto, fundado por la dirección de Podemos, busca construir una base intelectual sólida para las propuestas transformadoras del partido. A diferencia de otros think tanks más institucionalizados, el Instituto República y Democracia apuesta por una producción de conocimiento ligada a los movimientos sociales y al pensamiento crítico. Su misión es impulsar debates sobre feminismo, ecologismo, democratización del poder económico y republicanismo, recuperando la tradición del marxismo democrático y la nueva izquierda europea. Aunque con recursos limitados, ha logrado articular un discurso coherente que conecta con las bases del partido y con sectores del activismo. Es un espacio de experimentación política que reivindica la política como herramienta de emancipación y no como mera gestión. Su existencia es clave para resistir la presión institucionalizante que amenaza a las fuerzas del cambio.
Fundación de los Liberales Españoles: el declive ideológico de Ciudadanos
La Fundación de los Liberales Españoles fue el intento de Ciudadanos de dotarse de una base doctrinal que legitimara su discurso liberal progresista. Sin embargo, como el propio partido, este think tank ha vivido una rápida decadencia. Carente de una tradición ideológica sólida y atrapado en la ambigüedad entre la derecha y el centro reformista, la fundación nunca logró posicionarse con claridad. Su papel ha sido marginal, y más allá de algunos documentos programáticos y eventos de bajo perfil, no ha contribuido de forma significativa al debate político. Su debilidad refleja la crisis estructural de Ciudadanos, que no supo construir ni una base social ni un relato coherente. El fracaso de este think tank es, en buena medida, el fracaso de un proyecto político que se desinfló al intentar contentar a todos sin convencer a nadie.
Pie en pared: la alianza intelectual de la derecha extrema
Pie en pared es un think tank transversal que agrupa a intelectuales y activistas del ecosistema de la derecha más reaccionaria. Aunque no responde directamente a un partido, ha sido acogido con entusiasmo tanto por sectores del PP como por Vox. Su objetivo es claro: combatir la hegemonía cultural de la izquierda en los medios, la universidad y las instituciones. Para ello, produce contenidos que cuestionan el feminismo, la memoria democrática, los derechos LGTBI+ y el ecologismo, a la vez que promueve una visión excluyente de la identidad española. Su nombre no es casual: reivindica una actitud de resistencia cultural ante el avance de los valores progresistas. Este laboratorio funciona como una red de producción ideológica que busca deslegitimar cualquier avance social desde un discurso victimista y provocador. Pie en pared es la expresión más clara del rearme cultural de la extrema derecha en España.