Cae la noche en Totalán. La humedad de hallarse entre dos ríos, cerca del mar y en plena sierra de la Axarquía se nota. Y se nota el cansancio y la esperanza trufada de incertidumbre en los rostros de la benemérita, su muy benemérita Guardia Civil. En las caras de los grandes voluntarios de Protección Civil. En los gestos de los bomberos, nunca más que ahora Real Cuerpo de Bomberos; en las miradas de los ingenieros con planos que les gustaría convertir mañana en pajaritas de papel para ese niño atrapado en el pozo.

Imágenes faciales de preocupación en mecánicos, conductores, excavadores, camioneros, psicólogos, emergencias, sanitarios, tedax, submarinistas, especialistas de montaña… pero también de satisfacción por estar cerca, muy cerca de Julen. Y también en los ya centenares de periodistas, redactores, cámaras, responsables de unidades móviles. Los periodistas, muchos llevan allí trece días con sus trece noches solo bajando a Rincón, La Cala o Vélez a dormir algo, han dado un ejemplo de información seria, rigurosa y colaborativa. Han huido de ese cáncer que nos inunda de las noticias falsas, los rumores y los vomitivos y repugnantes bulos. Julen no se merece hacerse eco de esas falacias inhumanas.

Y se hizo la noche para este pequeño pueblo rural y serrano cuya extrema tranquilidad se rompió hace dos semanas. Un pueblo, Totalán, cuya gente sufre como suyo el dolor de unos padres. Un pueblo al que después del desenlace habrá que darle además de las gracias, cariño y compañía. Porque esto no queda así. Esto dejará heridas que tendremos que ayudar a cicatrizar. Porque como decía un vecino “esto ha sido mu gordo, mu gordo”. Un pueblo de gente sencilla y humilde que se ha volcado y sigue haciéndolo para que Julen vuelva a la fina arena de su playa de El Palo y salga de la pétrea tierra a la que jamás debió caer. Todo el pueblo, toda España, pendiente de Julen. Una noche, una madrugada y una mañana que se harán largas, eternamente largas. Pero seguramente será la última. Acaba la pesadilla, comienza la realidad ¡Suerte mineros asturianos!

Vamos Julen, aguanta, vamos a por ti, vamos a traerte a tu playa, es tu última noche en Totalán.