El karkubi, popularmente más conocido como ‘la droga de los pobres’, ha aterrizado en España, concretamente, en la Comunidad de Madrid, motivo por el que las autoridades han activado todos los controles necesarios, aunque por el momento la Policía evita hablar de “alarma social”.

 “La peligrosidad de esta droga está provocando conductas psicópatas entre los jóvenes”, aseguran fuentes policiales, según recoge 20minutos. Y es que esta sustancia está compuesta de la mezcla del ansiolítico Rivotril con hachís, muy presente en países como Marruecos.

Sus principales reacciones al consumirlo provocan alteraciones en el estado de ánimo, comportamientos agresivos, alucinaciones e incluso amnesia en algunos casos. En Marruecos se han llegado a dar casos en los que los se han producido intoxicaciones que han terminado provocando estados de coma.

 El precio por el que se está comercializando en el mercado negro en suelo español rondaría los tres y cinco euros, una cantidad más que asequible para la población joven.

El epicentro, en Madrid

Cabe remarcar así que su principal punto de traspase de esta droga se da en la capital. Fue en la época del confinamiento por la pandemia, hace tres años atrás, cuando empezaron a detectarse los primeros indicios de esta droga.

En 2022, la Policía Nacional, en colaboración con Vigilancia Aduanera, realizaron una investigación con la que se incautaron hasta 200.000 pastillas de la familia de las benzodiacepinas. Una operación que terminó con la detención de ocho personas y la aprehensión de medio millón de comprimidos ya elaborados entre España y Marruecos.

Hace escasos días atrás, agentes de la Policía Municipal de Madrid, en el momento en que realizaron un control de alcoholemia y drogas en la zona de San Bernardo, en el centro de la capital, detectaron dentro de un coche hasta tres tabletas de Rivotril y 17 recetas médicas falsas. En total, llegaron a incautarse 16 blísteres con 15 pastillas cada uno, es decir, un total de 525 unidades de este fármaco. Los tres integrantes del coche fueron detenidos por tres delitos: contra la salud pública, falsedad documental y apropiación indebida de dos DNI.