La guerra de patentes entre Teva y Bristol Myers Squibb (BMS) ha llegado a las farmacias españolas. Llevan cerca de un año en litigios en Europa pero ahora la justicia se ha pronunciado para retirar del mercado nacional un medicamento genérico que ahorra a la sanidad pública 138 millones al año o 380.000 euros al día. Se trata del apixabán, un anticoagulante oral que es el tercero con mayor gasto para la administración entre las medicinas de venta en farmacia -307 millones de euros en el pasado año 2023-.

Adiós a un medicamento

El pasado 18 de julio la Audiencia de Barcelona dictó una sentencia por la que obliga a retirar del mercado español la marca genérica del apixabán, comercializada por la firma Teva desde el pasado mes de mayo. Con este fallo se restablece el monopolio que BMS tenía sobre el medicamento, que vende bajo la marca Eliquis, y tumba a su vez la resolución del pasado mes de mayo que declaró nula la patente que protege a esta última firma. 

Con esta decisión no solo se recrudece la batalla entre las empresas, sino que también va a suponer que las comunidades autónomas tengan que empezar a pagar 380.000 euros diarios más o 138 millones al año para financiar los tratamientos sustitutivos a esta medicación, lo que afecta a unos 310.000 pacientes de la sanidad pública. Por lo privado son cerca de 45.000 personas las que hacen uso de este fármaco, tal y como ha publicado este lunes el diario El País.

Cabe destacar que cada caja de Eliquis cuenta con 60 pastillas de 2,5mg por un precio de 81,96 euros, mientras el genérico de Teva 45,08 euros. Se toma uno al día por lo que dura un mes y prácticamente de forma crónica. Para los compradores de la pública no va a haber cambio en su desembolso ya que en las farmacias seguirá costando poco más de 4 euros, pero los que lo compran sin prescripción de la seguridad social van a tener que pagar más de 400 euros extra al año. En los cuatro meses que ha estado en el mercado, las regiones han ahorrado 45 millones.

Es la primera vez que un medicamento se retira del mercado a penas unos meses después de su lanzamiento, una decisión que va a tener un elevado impacto en el mercado. Y es que cerca de un millón de personas toman anticoagulantes en nuestro país, muchos de ellos siguen consumiendo el Sintrom -más barato, pero difícil en su prescripción y que requiere de controles frecuentes por sus efectos- debido a los elevados precios de fármacos como, precisamente, el Eliquis.

El litigio entre Teva y BMS

Los litigios entre firmas farmacéuticas son muy frecuentes. El caso del apixabán comenzó el pasado año, cuando Teva pasó a la ofensiva en numerosos países de Europa al considerar que no había explicaciones reales que sustentaran la validez de la patente que pesa sobre el Eliquis. Mientras en Francia, Países Bajos, Suecia y Noruega han dado la razón a BMS, en otros países como Reino Unido, Finlandia, Portugal, Croacia y Rumanía el genérico ha sido expulsado del mercado.

"Respetando la decisión judicial, seguimos considerando que hay motivos para sostener la nulidad de la patente. Creemos que esta debe fomentarse y protegerse, pero para ello es importante discernir claramente cuando un producto es realmente innovador o no lo es. Esa protección y esa diferenciación ayuda al equilibrio entre aportar nuevas soluciones e innovación, y hacer más accesible y universal los tratamientos, genéricos", ha defendido Rafael Borràs, director de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de Teva en España, a El País.

Teva Pharmaceutical Industries Ltd., -que es una compañía farmacéutica internacional cuya sede central se encuentra en Petah Tikva, Israel- basa sus demandas en que la patente de BMS no cuenta con "la suficiencia de la descripción" y la "actividad inventiva". BMS por su parte asegura que "la propiedad intelectual proporciona un periodo limitado de exclusividad que ayuda a fomentar la innovación". En el caso de Eliquis, el certificado complementario de protección vence en noviembre de 2026, como recuerda la propia compañía.

Con todo, Teva ya ha anunciado que tiene previsto presentar un recurso ante el Tribunal Supremo, aunque este podría tardar más de un año en resolverse. cabe destacar que en estos litigios se suelen incluir indemnizaciones para que las compañías que pierden el proceso tengan que compensar a las que lo ganan, pero esto no se exntiende al sistema público. Así, si el Tribunal da la razón a Teva, las comunidades no van a ver compensados los 138 millones de euros extra que van a pagar en los próximos 12 meses.

 

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