Las elevadas e inusuales temperaturas de estas últimas semanas, más típicas del verano, han traído consigo otros fenómenos cuanto menos adelantados. Y es que, como si de julio se tratara, las costas de Cataluña se han llenado de medusas. Es lo que ha sucedido especialmente en la Costa Brava y en el Maresme, donde las playas y el agua han sido invadidas por una gran cantidad de estas especies a cuenta de los grados de más, que han rozado hasta los 35 grados en algunas zonas del país.

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Invasión de medusas

Arrastradas por las corrientes marinas provocadas por el ascenso de las temperaturas del agua, una oleada de medusas han llegado a las costas de Cataluña. En algunas zonas, como la bahía de Roses y l'Escala (Alt Empordà), en la Costa Brava, la acumulación de ejemplares de velella o vela de mar así como de medusa luminescente o clavel de mar ha sorprendido a vecinos y visitantes, que casi no podían pisar la arena y la orilla por la elevada presencia de estos animales.

Como era de esperar, han sido muchos los usuarios que han compartido vídeos y fotografías en las redes sociales sobre este inesperado fenómeno, más propio del verano. Y es que, como ha explicado en una entrevista con RAC1, el experto e investigador del Institut de Ciències del Mar, Josep Maria Gili, la seguía y el calor cada vez más presentes van a hacer que estos episodios sean cada vez más frecuentes. Cabe destacar que los especímenes encontrados en Roses suelen estar en alta mar y son muy urticantes.

Esta invasión de medusas en la Costa Brava es habitual pero "llega algo antes que en otros años, probablemente debido a las condiciones del mar, la temperatura y la escasez de lluvias de los últimos meses", ha sostenido Gili. En el caso de l'Escala, según Sergi Corral, botánico y observador meteorológico, "la primera gran acumulación fue de velellas hace dos semanas y a la semana pasada llegó la medusa luminiscentes". Eso sí, asegura que su presencia "es una buena noticia porque son parte de la cadena trófica" y "sirven de alimento para muchas otras especies".

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Las altas temperaturas

Pese a que la presencia en nuestras costas de estas especies a principios de primavera es normal, la llegada de estas grandes cantidades se ha podido ver facilitada por varios factores. "Si la temperatura del agua del mar en la costa es similar al de mar abierto es más fácil que las medusas lleguen a la costa; por otra parte, debido a la escasez de lluvias llega menos agua dulce al litoral", indica Gili en una entrevista en La Vanguardia, donde ha puntualizado que la elevada temperatura del agua y la sequía pueden alterar la barrera natural que existe en el litoral.

Una temporada dura

También los temporales de las últimas semanas podrían haber influido, sin embargo, según Gil, no hay "suficientes datos para determinarlo" por ahora. De hecho, este experto del Institut de Ciències del Mar afirma que el estudio científico de la presencia de medusas "quedó prácticamente paralizado" por falta de recursos económicos después de la pandemia y no se ha podido recuperar. "No disponemos de datos exhaustivos sobre lo que está pasando ahora con las medusas en nuestra costa", ha criticado.

Así, señala que su llegada está dentro de lo habitual aunque sí se ha adelantado en el tiempo especialmente por las elevadas temperaturas, la falta de lluvias y, de forma más genérica, la desaparición de depredadores naturales y la existencia de infraestructuras en la costa. Todo ello son factores que "hacen esperar una mayor presencia de medusas en nuestro litoral y, por tanto, es necesaria una mayor vigilancia para prevenir impactos, por ejemplo de picadas en bañistas", ha explicado el investigador, que prevé "una temporada dura" este verano.

 

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