"Me encuentro bajo medicación muy fuerte (…) Estoy destrozado". Con estas palabras se quería poner en conocimiento del alcalde de Madrid de unas presuntas prácticas ilícitas. Descubre más en este artículo que ha sido uno de los más leídos de la semana.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha tenido conocimiento de las presuntas prácticas ilícitas que el ahora concejal del Ayuntamiento Alberto González, protagonista a su vez del bautizado como Caso espías, habría llevado a cabo.
Un afiliado de Nuevas Generaciones (NNGG), el ala juvenil del PP, ha alertado al regidor de Cibeles en un texto remitido a su vez a la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, y el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, de un presunto “grupo organizado de mínimo tres personas” por el también secretario general del partido en los distritos de la capital “con el propósito de cometer presuntas irregularidades graves con el objetivo de obtener, directa o indirectamente, un beneficio” con actos que “rebasan los límites del control” de Ayuntamiento y partido.
En este entramado, la persona denunciante recuerda que González disfruta del “apoyo directo” de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, “ya que tienen relación desde jóvenes”. “¿Es cierto eso?”, preguntó al alcalde.
Ya en ataques concretos contra su persona, la fuente -que este periódico ha optado por obviar para mantener el anonimato- se refiere a la prohibición de entrada a los comités o que se le borrara, presuntamente, su afiliación -vulnerando así la ley de protección de datos- entre otras “vejaciones” como “injurias en mensajes que ha escrito a otras personas por Whatsapp y acoso”.
En el extenso texto al que ha podido acceder ElPlural.com, el denunciante hace alusión a posibles “amenazas y coacciones” al grupo popular de la Junta del Distrito de La Latina, a los portavoces y a los vocales vecinos “con el fin de que se actuara de acuerdo a sus intereses personales” en un escenario que tacha “más propio de una película de Torrente”.
“Meter la mano en la caja”
Entre los hechos “más graves”, la fuente destaca que la formación conservadora miró hacia otro lado ante “pruebas de incompatibilidades de personal eventual” e incluso ante posibles “corruptelas”.
“Vecinos y vecinas del Distrito nos comentan que hay personal eventual que ha tenido problemas judiciales por 'meter la mano en la caja'. Lejos de negarlo, lo confirman y dicen que no pasa nada si han pagado su condena y que es normal que ostente cargos públicos y de gestiones de dinero”, dicta el documento, donde se pregunta a Almeida si “es cierto que lo que dice Derechos y Garantías; que es normal en el PP de Madrid tener a gente que 'ha metido la mano en la caja' en el Ayuntamiento”.
De las estafas al espionaje: “Te va a destrozar”
Voces denunciantes del caso llevan meses poniendo el acento en presuntas estafas por parte de González, una cuestión contra la que también se revela la persona tras la autoría de las líneas reflejadas en el presente artículo. En otro apartado apunta directamente a Laura Medina, directora de gabinete de Inmaculada Sanz y uno de los nombres que más veces aparece señalado dentro del caso.
Según esta última versión, la responsable de comunicación de la vicealcaldesa “se baja a escondidas la cuota a 50 euros” aún “siendo una de las personas que más cobra”, incumpliendo así un acuerdo respecto de las cuotas mensuales que habría alcanzado el partido “dada la mala situación económica de la sede”.
El nombre de Medina aparece varias veces como uno de los más polémicos, entre otras cuestiones, además por lo ya mencionado, por no hacer nada ante el “abuso de niños por su cargo como concejal”. “Me cogió de la cara (a mí) diciéndome que si me había tranquilizado”, relata acerca de uno de estos episodios concretos.
Asimismo, esta voz crítica avisó también sobre el presunto espionaje perpetrado por el concejal de la capital sobre hacia cargos del partido. El aviso sobre esto no puede ser más contundente: “Se espía a exdiputados, exconcejales, ex vocales vecinos y cargos actuales del partido”. Se trata de una “práctica habitual”, según las líneas que ha leído este medio.
Continuando con el relato, el también responsable de los distritos habría llevado a cabo esta mala praxis incluso en un sitio de confianza en el que habría hecho fotos a personas que disfrutan de peso en la formación “para posteriormente recibir llamadas diciendo 'Te hemos visto con', 'Ten cuidado','Alberto te va a destrozar”. “También fui testigo de cómo el marido de una vocal vecina actual fotografiaba a los pasados portavoces para tenerlos vigilados”, apostilla.
“He acabado dos veces en urgencias”
El miembro de NNGG advierte de que la situación le terminó causando “problemas de salud” y envía un SOS al regidor. “Estoy destrozado, me encuentro bajo mediación muy fuerte y he acabado dos veces en urgencias, los médicos están preocupados porque esta situación está provocándome que enfermedades que tenía superadas vuelvan a salir”, apostillaba.
El PP reconoce haber recibido el burofax
Este periódico se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento y con el PP de Madrid. Fuentes municipales mantienen que se trata de un "tema de partido", mientras que el partido reconoce haber recibido el burofax, pero que "todo lo referente a ese caso fue tratado por el Comité de Derechos y Garantías del PP de Madrid".
Asimismo, asegura que "tras tomar declaración a las partes y abrir un expediente el denunciante no pudo demostrar ni una sola de sus declaraciones y se archivó y notificó a ambas partes en tiempo y forma". "No sabemos si el denunciado va a tomar medidas contra el denunciante en defensa de su honor", añade.
De igual forma, la formación deja constancia de que el burofax llegó el pasado lunes más tarde de lo que este medio se puso en contacto con el partido para conocer su versión de los hechos.
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