El presidente de la Diputación de Huelva, David Toscano, ha informado este lunes de que el Servicio de Control de Plagas de la institución provincial está trabajando para atajar la “espectacular” plaga de mosquitos que se está produciendo desde el miércoles en la capital y la zona costera de la provincia, y que según ha explicado, por un “cóctel de circunstancias excepcionales” como son las intensas lluvias”, seguidas de una “ola de calor” y los “vientos de levante” que “no suelen darse en Huelva”.

Así lo ha manifestado Toscano, que ha señalado que “aunque el agua ha venido muy bien para el campo”, las zonas de Doñana que se encontraban secas “se han inundado” y, al no poder actuar sobre el Parque Nacional por su preservación, esto ha hecho “que proliferen los mosquitos allí y se hayan desplazado a las zonas costeras de la provincia”.

“El servicio de control de mosquitos, que es un servicio excepcional, un servicio que además a nivel nacional es un referente, está trabajando a destajo, pero hay zonas donde no puede entrar, como es Doñana. Es una joya, uno de nuestros orgullos, pero también tiene una parte que es su preservación que impide que podamos entrar en Doñana y que podamos hacer tratamientos”, ha afirmado Toscano.

El presidente de la Diputación ha insistido en que, si a las lluvias “le unimos el calor y que normalmente no hay viento de levante, todos los mosquitos de Doñana se han venido a la costa y a la capital”, por lo que “tenemos ahora mismo una ola espectacular, que da miedo”, asegura.

“Son tres circunstancias excepcionales, tres circunstancias que se han dado a la misma vez”, ha remarcado antes de añadir que se está “trabajando muy a destajo” pero que “se puede llegar donde se puede llegar, y dentro de Doñana no podemos entrar”.

Se espera que la ola baje

El presidente provincial ha proseguido: “Por tanto, esperemos que en unos días toda esta ola baje. No creemos que en todo el año, ni en mucho tiempo, se vuelva a dar estas tres circunstancias unidas, pero esta vez se han dado, y se está trabajando para que remita lo antes posible en todas aquellas zonas donde podemos actuar. Que esperemos que pronto, pues, sea una pequeña pesadilla que hemos pasado en este momento de la primavera”.

Asimismo, ha apuntado que en el resto de la provincia, las marismas “están perfectamente controladas durante todo el año”, así como que “desde que el servicio de prevención de mosquitos empezó a funcionar, cada año va mejorando, y ya afortunadamente en Huelva no tenemos esas oleadas, pero esto ha sido un caso muy excepcional por unas circunstancias concretas”, ha concluido. Cabe recordar que la Diputación informó la pasada semana de que el sistema de muestreo de mosquitos confirmó durante la tarde-noche del pasado jueves una presencia “considerable” de mosquitos en Huelva capital, especialmente en el centro urbano.

Por ello, en previsión de que esto pudiera ocurrir, desde el lunes de la semana anterior, el Servicio de Control de Plagas estaba realizando tratamientos “adulticidas” en la periferia de los núcleos urbanos en todo el litoral y el jueves se llevó a cabo el tratamiento capital.

Llegada anticipada de los mosquitos a España

La llegada anticipada de la temporada de mosquitos en España se ha convertido en una preocupación de salud pública. Las temperaturas cada vez más cálidas, han dado lugar a veranos más largos e inviernos suaves, algo que ha permitido crear las condiciones ideales para la reproducción de los mosquitos, que además acortan su periodo de inactividad durante los inviernos. Según datos manejados por el Centro Europeo de Excelencia de Control Vectorial de Rentokil Initial, los avistamientos y las picaduras se están dando desde principios del primer trimestre de cada año.

Entre las especies que más han crecido en los últimos años destaca el mosquito tigre, una especie invasora originaria de Asia y que ha complicado aún más la situación en nuestro país. Este mosquito, cuya mayor presencia y actividad se da entre mayo y octubre, ha logrado establecerse a lo largo del litoral mediterráneo, de Girona a Cádiz, pasando por Baleares, Aragón, Castilla-La Mancha, Ceuta, Extremadura, Madrid, Navarra, País Vasco y La Rioja. De hecho, su presencia plantea riesgos adicionales para la salud pública, ya que es un vector conocido de enfermedades como el dengue, el virus del Zika y el chikungunya.

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