Buenas noticias para los embalses de nuestro país. Tras un inicio de año complicado por la sequía, que afectaba especialmente a Cataluña y Andalucía, la situación mejora. Las recientes lluvias han aumentado las reservas de agua, y ya son únicamente cuatro las cuencas hidrográficas que presentan peores datos que el año pasado. Así lo reflejan los datos del boletín semanal del Ministerio de Transición Ecológica, que cifra en 36.992 hectómetros cúbicos la cantidad de agua en las reservas españolas.

Las precipitaciones de la semana pasada han hecho que los embalses lleguen al 66% de su capacidad de almacenamiento. Esto supone un aumento del 2,8% respecto a la semana anterior, y que la reserva de agua de España supere la media de los últimos diez años en la misma semana de abril. En 2023 el dato era significativamente peor, con un 15% menos de agua en las cuencas hidrográficas de nuestro país.

Andalucía y Cataluña respiran, pero la situación es crítica: los embalses catalanes no alcanzan el 18%

Las lluvias de las últimas semanas dan un respiro a las Comunidades Autónomas, aunque de forma desigual. La costa del Atlántico ha recibido fuertes lluvias, con un máximo de 66,2 litros por metro cuadrado, registrado en Pontevedra. Mientras, en la vertiente mediterránea apenas ha llovido. Aún así, dos de las regiones más afectadas por la sequía, Andalucía y Cataluña, afrontan el verano con algo más de optimismo respecto a los meses anteriores. Las cuencas internas catalanas remontan hasta el 17,6% de su capacidad, superando la barrera del 16%, que suponía una situación de emergencia.

La situación ha mejorado, pero sigue siendo crítica en las reservas de Cataluña. Hace un mes, el Govern y las empresas operadoras advertían que, si no se embalsaba 10 veces más cantidad, el agua de grifo de Barcelona podría incluso llegar a ser ‘no apta para el consumo’. Además, la agricultura estaba amenazada por la alta concentración de contaminantes presentes en el agua de riego. Más de 200 localidades de la región hidrográfica catalana estaban en alerta por este motivo. Ahora parece que los datos lanzados por el Ministerio invitan al optimismo, pero los niveles siguen siendo muy bajos.

Huelva, la excepción de Andalucía

En Andalucía la situación es muy dispar según la provincia. Mientras que algunas cuencas al Oeste de la región, como las de los ríos Guadiana y Guadalquivir presentan datos mejores que los de 2023, la vertiente mediterránea sufre. A pesar de esto, las reservas de agua han mejorado con respecto a hace unas semanas, cuando la situación de las empresas en provincias como Málaga era preocupante por las restricciones al uso del agua.

Los embalses de Huelva se dan un respiro. La capacidad de la cuenca hidrográfica Tinto, Odiel y Piedras supera el 85,2%. Es una excepción que se debe a la baja capacidad máxima de sus embalses, pero el año pasado por estas fechas las reservas apenas llegaban al 69%. Por otro lado, la cuenca del Guadalquivir alcanza el 46,2%, la de Guadalete-Barbate el 29,9% y la Mediterránea Andaluza se mantiene en un alarmante 29,4%.

El "exceso de euforia" por las lluvias de las últimas semanas

Los datos del boletín del Ministerio de Transición Ecológica son positivos, pero no conviene bajar la guardia. Así lo ha advertido la Mesa Social del Agua en Andalucía, que ha pedido que se contenga el “exceso de euforia” tras las últimas precipitaciones. La sequía se ha aliviado, pero continúa siendo un problema en la mayor parte de Andalucía. El sector agrícola y otros tejidos productivos podrían sufrir este verano si no se aumenta el volumen de agua disponible, que, en la actualidad, sigue sin ser suficiente. Andalucía y Cataluña siguen siendo las regiones más amenazadas de nuestro país.

En el resto de España, se manifiestan las subidas en las reservas de los embalses. Las cuencas internas del País Vasco son las únicas que no mejoran sus cifras, aunque se mantienen en un cómodo 90% de su capacidad. El volumen de agua también ha aumentado con respecto a la semana anterior en toda la mitad norte del país. El Cantábrico Oriental está al 91,8%, la cuenca del Duero al 91%, la costa de Galicia al 88,9%, el Cantábrico Occidental al 87,6% y la cuenca Miño-Sil al 87,3%.