Las mujeres se siguen enfrentando día a día a cuestionamientos y dudas por parte de algunos de sus compañeros, quienes ponen en entredicho la necesidad de la movilización feminista de cada 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. A menudo, reciben preguntas que buscan minimizar o invalidar su lucha, como ¿por qué os manifestáis exactamente? ¿acaso no tenéis los mismos derechos que los hombres? Estos interrogantes, lejos de ser simples dudas, reflejan una falta de comprensión sobre las desigualdades que siguen existiendo en la sociedad. Y en la actualidad, con las redes sociales, la polarización y la agresividad se ve agravada por el poder de los perfiles radicalizados y los mensajes negativos.
Uno de los casos más recientes sobre el linchamiento en redes sociales al que tienen que hacer frente muchas mujeres, es el acoso que sufrió Lala Chus en relación con su físico, tras anunciarse su participación como presentadora de las campanadas. Este tipo de ataques no son un caso aislado y reflejan una tendencia preocupante en las redes sociales donde las mujeres, especialmente aquellas que se encuentran en el ojo público, son objeto de críticas y ataques que los hombres no tienen que afrontar.
Asimismo, se ha observado un aumento en los comentarios y movimientos antifeministas en plataformas digitales. El discurso antifeminista en redes sociales se ha convertido en un movimiento más organizado, politizado y radicalizado, que utiliza discursos de odio y mensajes simplistas para socavar los avances en los derechos de las mujeres, según el informe SinFiltro que analiza cómo las redes sociales se han consolidado como una herramienta de ataque contra el discurso feminista, elaborado por la consultoría de marketing Llorente y Cuenca (LLYC).
La corriente antifeminista en redes sociales
En los últimos años, el debate sobre igualdad de género ha evolucionado hasta llegar a un punto alarmante de polarización extrema y el feminismo se ha convertido en un punto de confrontación, en lugar de un motor de cambio. Los comentarios machistas vienen en especial de hombres jóvenes que han adoptado posturas más conservadoras. Hay una corriente que cada vez crece más en redes sociales y consiste en la creación de cuentas de chicos jóvenes que dedican su contenido a dar “consejos” a otros, sobre el tipo de mujeres que “merecen” estar con ellos. En alguno de sus vídeos hacen afirmaciones como: “Si una mujer paga una cena, denigra a un hombre”, “si mi pareja tiene una cuenta en Instagram es una buscona”, “con tantos movimientos feministas las parejas han perdido todos los valores ".
“El 50% de los mensajes en X sobre feminismo son negativos”, así lo explica el informe SinFiltro, es decir, que las redes se utilizan como forma de ataque, por el aumento de perfiles radicalizados que están polarizando el discurso. Además, sostiene que en los países donde el debate sobre la igualdad ha perdido terreno, las narrativas antifeministas ganan volumen. En nuestro país, el ataque antifeminista se centra en la apariencia y la imagen de las mujeres, para perpetuar estereotipos y desprestigiar al feminismo. Entre los 25 mensajes que utilizan para ridiculizar a las mujeres se encuentran “gorda” o “vaca”, además de menciones despectivas sobre la higiene corporal o el color de pelo, señalan en LLYC.
El feminismo, a lo largo de los años, ha sido objeto de una campaña de desprestigio impulsada por sectores contrarios a la igualdad de género. Según los datos del informe, un 33% de la comunidad anti-igualdad considera que el feminismo es radical y explican que no es porque los hechos lo respalden, sino porque así se ha construido su relato. Este discurso ha calado en ciertos sectores de la sociedad, reforzando prejuicios y desinformación sobre las luchas feministas.
El feminismo como amenaza
Hay quienes consideran que la igualdad entre hombres y mujeres supone una amenaza para la sociedad. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) el año pasado publicó una encuesta sobre Percepciones sobre la igualdad entre hombres y mujeres y estereotipos de género, en ella, el 44,1% de los hombres españoles considera que la igualdad ha llegado tan lejos que ahora se les discrimina.
Siguiendo las informaciones del documento antes mencionado, "el 17% de las personas que se posicionan en contra del feminismo, lo hace porque consideran que amenaza los pilares tradicionales como la familia, la natalidad, el matrimonio o las relaciones interpersonales", además, "un 15% cree que el feminismo distorsiona la “naturaleza femenina”, porque, dicen, desmantela la jerarquía de valores que debería regir la vida de las mujeres". Este discurso que parece tan lejano y exagerado en el siglo XXI se vuelve a sustentar por el Barómetro de Juventud y Género del Centro Reina Sofía en España, donde señalan que, "el 22% de los hombres jóvenes de entre 15 y 29 años cree que las mujeres deben priorizar el cuidado familiar por encima de todo, y un 10% considera innecesario que los hombres aprendan tareas domésticas o de cuidados".
Asimismo, desde LLYC, destacan que, “un 8% de quienes rechazan el feminismo lo asocia a ventajas en el ámbito laboral y legal, como las cuotas de igualdad, y las perciben como un trato preferente en lugar de una herramienta para corregir desigualdades estructurales”. Otros se sustentan en la errónea información de que “existen muchas denuncias falsas” y es que, la Memoria de la Fiscalía General del Estado de 2023 solo recoge dos sentencias condenatorias por denuncia falsa en España de un total de 199.282 causas de violencia de género, lo que supone 0,001% de las mismas.
El 8M vuelve a las calles a golpe de manifestaciones
Aunque en muchos países las mujeres han conquistado derechos fundamentales que antes no poseían, la realidad muestra que aún persisten problemas que las mujeres tienen que enfrentar diariamente como, la violencia de género, el acoso callejero, la discriminación laboral, la sobrecarga de tareas domésticas y la falta de representación en espacios de poder.
La marcha del 8M no es únicamente una celebración de los avances logrados, sino una lucha colectiva para exigir que todas las mujeres independientemente de su etnia, color o raza tengan las mismas oportunidades, dignidad, libertad, justicia, equidad y respeto.
Y es que, si todos los años es necesario salir a la calle a manifestarse, este 2025 es aún más indispensable. En el año 2024, según el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, se denunciaron un promedio de 14 violaciones diarias en España, es decir, una cada dos horas. Igualmente, se registraron 55 agresiones sexuales sin penetración diarias. Además, ha sido un año cargado de noticias de violencia y acoso hacia las mujeres, entre las más resonadas, el beso no consentido a Jenni Hermoso, la denuncia por agresión sexual de Elisa Mouliá o la masiva y continuada violación ejercida hacia Gisèle Pelicot, entre otros múltiples y aterradores ejemplos. A su vez, en el cómputo del año pasado, fueron 47 las mujeres asesinadas en España por la lacra machista.
Mientras estos casos sigan resonando en nuestra sociedad y las mujeres sigan recibiendo mensajes machistas y misóginos, manifestarse por el Día Internacional de la Mujer seguirá siendo necesario.