Días después del asesinato de una madre a manos de sus dos hijos que dejó a Castro Urdiales, en Cantabria, en estado de shock, finalmente, el joven de 15 años, el mayor de los hermanos, ha confesado este viernes al fiscal que mató a su madre, lo que ha abierto una nueva línea de investigación para la Guardia Civil. 

El adolescente ha reconocido así el crimen, pero añadió en su confesión que en su casa eran "habituales" los malos tratos físicos y verbales en contra suya y de su hermano. Un nuevo dato que la investigación profundizará de ahora en adelante. 

Según el testimonio del joven de 15 años, fue en la tarde del miércoles cuando una pelea en casa terminó en violencia, cuando su madre le pegó y, como respuesta, éste le clavó un cuchillo de cocina en el cuello por detrás. Después, ambos hermanos bajaron el cadáver al garaje sin ser vistos por ningún vecino; la colocaron en la parte de atrás del coche, e intentaron huir de la escena del crimen.

El mayor trató de arrancar el coche y conducir pero, debido a la inexperiencia, terminó estrellándose contra una pared. Los dos trataron después de salir a pie de su casa.

Dos llamadas a su abuela y una supuesta discusión

Fue su abuela la que dio parte a la Guardia Civil después de mantener dos llamadas con los menores y, acto seguido, los agentes se personaron en la escena del crimen antes de que se produjera la segunda llamada de la madre de la víctima.

La vivienda se encontraba revuelta cuando los agentes llegaron, como si se hubiera producido una pelea especialmente violenta. En un primer momento se contempló la violencia machista, pero esta opción quedó desterrada una vez comprobaron que el marido estaba en su puesto de trabajo

Tras ser localizados, ambos niños se mostraron callados y, aparentemente, “tranquilos”. Uno de ellos fue detenido sin complicaciones mientras el otro echó a correr para huir y se escondió en el bosque. Una hora después la Guardia Civil dio con él y también fue detenido. Ahora, los dos se encuentran bajo vigilancia: el menor de 15 años permanece ingresado en un centro de menores; mientras, su hermano menor, de 13 años, se encuentra en un centro de acogida con carácter temporal.

Ahora, con la investigación en curso, queda por determinar cuál fue el detonante del asesinato de Silvia. Por el momento, se sabe que no hay denuncias previas ni constancia de que hubiese problemas aparentes dentro del entorno familiar, siendo el caso que más se estudia el de las peleas constantes.

Según la versión de los menores, la discusión que terminó en tragedia habría sido motivada por las notas del colegio. No obstante, la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, ha sostenido que eran unos alumnos "excelentes" en el colegio. Mientras tanto, el padre todavía no ha podido declarar por estar en un estado de shock. El diario El Español señala que los niños no tenían amigos y que solo podían salir a la calle para ir a misa o con sus padres.

Compañeros de la mujer asesinada se concentran en Castro Urdiales 

Compañeros de la mujer asesinada en Castro Urdiales se han concentrado este viernes en su recuerdo, durante cinco minutos, en la entrada principal del Hospital de Cruces, donde la víctima trabajaba como celadora.

Los concentrados han guardado silencio, como muestra de recuerdo a la víctima. El acto, en el que algunos compañeros se han mostrado visiblemente emocionados, ha concluido con los aplausos de los participantes.

 

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