Durante años Facebook proporcionó acceso intrusivo a los datos personales de cientos de millones de personas a algunas de las empresas tecnológicas más importantes. Sin informar a los usuarios afectados y saltándose sus propias normas de privacidad, según refleja una investigación del diario New York Times, que ha tenido acceso a centenares de documentos internos de la red social y que ha entrevistado a más de 60 personas para elaborar esa información. 

Por ejemplo, desde Facebook se proporcionó acceso a Netflix y a Spotify a los mensajes privados de los usuarios; no sólo leerlos, sino también a poder escribirlos o borrarlos. Al buscador de Microsoft, Bing, se le permitió acceder a todos los nombres de los amigos de cada usuario en la red. Amazon podía acceder a la información de contacto, Huawei podía acceder a nuestras relaciones dentro de la red y sugerir nuevos contactos. Todo ello sin informar de manera clara y directa a las personas afectadas. 

Si bien Facebook no ha vendido datos personales de los usuarios, como repite constantemente, sí que ha usado el acceso a ellos como parte de su estrategia de asociación con grandes empresas, con el objetivo de crecer lo más rápido posible. Y a una escala mayor que en el escándalo de Cambridge Analytica, que usaba para campañas electorales los datos de 87 millones de usuarios. En este caso hablamos de que las empresas tecnológicas que tenían acuerdos con la red social (más de 150) podían acceder a los perfiles, datos personales o mensajes de cientos de millones de personas al mes. 

Normas de privacidad de hace 41 años

Los sucesivos anuncios de mejoras en la privacidad de la red de Mark Zuckerberg, según se iban encadenando escándalos, hackeos y filtraciones de datos, no arreglaron algunos de estos problemas y aún hoy hay empresas, según ha comprobado el New York Times que todavía pueden acceder a estos datos personales. Algo que la compañía no ha desmentido en un nota de prensa publicada en respuesta al reportaje del diario neoyorquino. En ella, Konstantinos Papamiltiadis, director de Programas y Plataformas de Desarrollo, asegura que no les consta "un mal uso" de esos datos pero reconoce que debieron cerrar los accesos a terceros en su día y que aún están trabajando en ello. 

Pese a las declaraciones de Facebook en contra, el reportaje refleja que la red social usó vaguedades en las solicitudes de permisos o palabras vacías de significado para dar por autorizado el acceso a esos cientos de millones de datos privados. Todo ello con el permiso expreso del regulador estadounidense, la Comisión Federal de Comercio; dado que en EEUU no hay agencias dedicadas a la protección de datos como en Europa. La regulación estadounidense se remite a normas que regulan los derechos de los consumidores y que datan de 1977