El proyecto de Real Decreto que impulsa el Ministerio de Sanidad para regular diversos aspectos de productos del tabaco y derivados ha llegado ya a la Comisión Europea, tal y como obliga la normativa comunitaria. El texto incluye de forma específica las bolsas de nicotina, consideradas por los expertos como una alternativa menos dañina que el cigarrillo convencional para aquellos fumadores incapaces de dejar su adicción. Sin embargo, Karl Fagerström, reconocido experto en tabaquismo y autor del conocido test de dependencia de la nicotina, cree que el límite que contempla para la cantidad de nicotina máxima permitida, puede restarle eficacia.

Las bolsas de nicotina, según ha comentado el experto sueco en declaraciones a Europa Press, son una buena manera de que los fumadores puedan abandonar los cigarrillos de combustión, mucho más perjudiciales para la salud, todo ello, "con la regulación adecuada y la correspondiente información a los fumadores". Considera limitar la nicotina a 0,99 mg. está lejos de lo que se consideraría efectivo para lograr ese cambio.

La reducción del tabaquismo en Suecia, primer país europeo libre de humo según los criterios de la OMS al situarse por debajo del 5%, está ligada al uso del snus (un producto de tabaco de uso oral prohibido en el resto de Europa) y las bolsas de nicotina, que no contiene tabaco, pero sí nicotina agregada para satisfacer las necesidades de los fumadores.

En Estados Unidos la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha autorizado recientemente la comercialización de 20 productos de bolsas de nicotina ZYN, con concentraciones de nicotina de entre 3 y 6 mg., tras una revisión científica detallada. Según la FDA, estos productos contienen menores niveles de componentes nocivos en comparación con los cigarrillos y pueden ofrecer una opción viable para los fumadores que buscan reducir riesgos. 

Incluso el Ministerio de Sanidad tiene en su página web un informe del Instituto Federal para la Valoración de Riesgos (BfR) de Alemania, que ha traducido y publicado en su web oficial. Dicho documento establece un límite superior aceptable de 16,6 mg de nicotina por bolsa para que la gente deje de fumar, una cifra mucho más alta que la permitida en la reforma española.

Regulación equilibrada frente a prohibición

Para Fagerström, encontrar un equilibrio en la regulación es clave. "Las restricciones excesivas pueden llevar a efectos no deseados, como la proliferación de productos no regulados", advierte en referencia al mercado ilegal. En este contexto, señala que un enfoque basado en la evidencia científica permitiría ajustar la normativa para maximizar los beneficios en términos de salud pública.

Para este experto, “prohibir no es una opción” y critica la postura de la Comisión Europea al impedir la venta de snus (salvo en Suecia, ya que fue una condición irrenunciable en el acuerdo para la adhesión a la UE), y no la de los cigarrillos, "que deberían eliminarse progresivamente. 

Respecto a la industria tabaquera, ha manifestado que “por supuesto que pierde con la disminución del mercado de cigarrillos y se beneficia del aumento del mercado de reducción de daños”, pero considera que ninguna de estas certezas es tan relevante “como para que no interese salvar vidas cambiando los patrones de consumo de los productos más nocivos por otros menos nocivos”.