El nefrólogo Javier Nieto, presidente de la Sociedad Castellano-Manchega de Hipertensión y Riesgo Vascular, considera que las alternativas libres de humo, como vapeadores o dispositivos de tabaco calentado, podrían jugar un papel crucial en la lucha contra el tabaquismo en España. "Aunque no son inocuos, reducen hasta un 95% las sustancias tóxicas respecto al tabaco convencional y ofrecen una opción menos dañina para quienes no consiguen dejar de fumar", explica el especialista en una entrevista a ElPlural. Hemos hablado con él del Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, que está ultimando el Gobierno, una normativa que, entre otras cosas, equipara la regulación de vapers y dispositivos de tabaco calentado con los cigarrillos convencionales e impone el etiquetado genérico en el tabaco (cajetillas y tabaco de liar).

"En general pueden ser medidas que contribuyan a la prevención y control del tabaquismo y siempre es preferible que los productos de consumo humano tengan un marco regulatorio en aras de su transparencia, seguridad y eficacia. Sin embargo, conviene puntualizar algunas cuestiones", nos explica este especialista en tabaquismo y enfermedades cardiovasculares.

Además de las medidas comentadas, el Plan contempla aumentar los espacios libres de humo para proteger el derecho a respirar; prohibir los dispositivos de un solo uso, impulsar la investigación sobre el tabaquismo y su impacto en la salud; limitar el uso de aromatizantes en los cigarrillos electrónicos; y proponer la incorporación a las prestaciones farmacéuticas del Sistema Nacional de Salud de aquellos medicamentos que, atendiendo a la evidencia científica y eficiencia económica, son adecuados para el tratamiento de la adicción al tabaco. Inicialmente el Ministerio de Sanidad de Mónica García también planteó subir el precio de las cajetillas de tabaco, una medida que tumbó el Ministerio de Hacienda, liderado por María Jesús Montero, como requisito para que el Plan pudiera aprobarse en el Consejo de Ministros.

PREGUNTA.- ¿Cuáles son, en su opinión, las principales claves en la lucha contra el tabaquismo?

RESPUESTA.- Evitar que los que nunca han fumado se inicien en el hábito, tanto de productos con o sin humo, y esto incluye a jóvenes y adultos. Intentar que los fumadores dejen de serlo. Pero para aquellos que no lo consigan, poder gestionar una reducción de su riesgo de sufrir enfermedades derivadas de la exposición al humo del tabaco mediante la transición completa del cigarrillo convencional a productos libres de humo (vapeadores, dispositivos de tabaco calentado, snus o bolsas de nicotina). En España se calcula que hay aproximadamente 10 millones de fumadores, de los que dos tercios han mostrado el deseo de dejar de fumar, sin embargo, menos de la mitad de estos lo ha intentado, lo que arroja una población de más de 6 millones que seguirán fumando.

Los niveles de nicotina en niños de padres usuarios de cigarrillos electrónicos se reducen en un 85% cuando se compara con niños de padres fumadores de cigarrillos por combustión

Por último, evitar la exposición al humo del tabaco en personas no fumadoras (fumadores pasivos o de segunda mano) o de tercera mano (contaminación por contacto con tóxicos depositados en las superficies). Aun así, hay estudios que demuestran que los niveles de nicotina en niños de padres usuarios de cigarrillos electrónicos se reducen en un 85% cuando se compara con niños de padres fumadores de cigarrillos por combustión.

P.- ¿Son equiparables las alternativas libres de humo al tabaco convencional?

R.- Así parece tratarlo el Plan de Prevención del Ministerio de Sanidad, no obstante, las administraciones de otros países de nuestro entorno como Suecia, Reino Unido, Noruega o Nueva Zelanda no opinan lo mismo. El humo del tabaco genera por su combustión 7.000 sustancias químicas, de las cuales 100 son tóxicas capaces de inducir enfermedades como el cáncer, la EPOC o cardiovasculares. El aerosol de un cigarrillo electrónico contiene 450 compuestos, las sustancias tóxicas se reducen en un 90%-95% y aunque estos productos no son inocuos, cada vez se acumula más evidencia sobre su potencial efecto menos dañino.

La nicotina, a pesar de su potente efecto adictivo, no condiciona alteraciones orgánicas importantes. Se sabe que elevan discretamente la presión arterial y las pulsaciones de forma transitoria, pero no se ha descrito mayor número de cánceres, ni EPOC, ni ICTUS; en todo caso inhalada podría potenciar el efecto de otros tóxicos sobre el sistema cardiovascular, en cualquier caso, mucho menor que con el tabaco por combustión. Tampoco hay que olvidar que los productos que se inhalan tienen otros componentes capaces de producir cierto grado de inflamación en el árbol broncopulmonar, también en menor grado.

La prevalencia de cáncer, EPOC o infartos es significativamente menor entre los suecos, comparado con los europeos

En Suecia, donde utilizan el snus (bolsas de tabaco con nicotina) desde hace más de 40 años y posteriormente los vapeadores y las bolsitas de nicotina (nicotine pouches), se ha reducido el consumo de tabaco convencional hasta llegar a considerarse en la actualidad un “país sin humo” (menos del 5% de fumadores), algo previsto para el resto de los países europeos en 2040, que dudosamente alcanzarán. Además, la prevalencia de cáncer, EPOC o infartos es significativamente menor entre los suecos, comparado con los europeos. De aquí que el gobierno sueco (y otros) acepte una adjudicación diferente para el riesgo combinado de padecer enfermedad según los dispositivos utilizados, siendo en la escala de 100 para el cigarrillo convencional, menor de 5 para el snus, los vapeadores y el tabaco calentado y menos de 2 (por debajo del tratamiento sustitutivo con nicotina) para las nicotine pouches, con un salto cuantitativo importante entre los dispositivos con o sin humo. Incluso los impuestos con que se gravan son progresivos en relación con el riesgo, de forma que si un sueco quiere cambiar el tabaco por un producto sin humo le saldrá más barato.

P.- Esta ley limita su uso, sin embargo, en países como el Reino Unido o Suecia, su uso es considerado una herramienta eficaz para combatir el tabaquismo ¿qué opina?

R.- El gobierno británico asume el menor riesgo de los productos libres de humo, hasta el punto de que este año ha regalado a un millón de fumadores, que expresaron su deseo de cesar en el hábito, un kit de vapeador con instrucciones para dejar el cigarrillo convencional.

Por otro lado, parece demostrado que los vapeadores con nicotina ayudan en la cesación del hábito tabáquico con la misma eficacia que la vareniclina o la citisina y mejor que el tratamiento sustitutivo con nicotina, como así recogen algunas guías de práctica clínica europeas y norteamericanas.

P.- ¿Cree que el empaquetado genérico, que es una de las medidas más polémicas, va a resultar eficaz en la lucha contra el tabaquismo?

R.- Esta medida fue adoptada inicialmente hace unos años en Australia y posteriormente en Francia, Reino Unido, Bélgica, Uruguay, Nueva Zelanda, entre otros. Según el Ministerio de Sanidad, prevé un impacto positivo sobre la salud pública, sobre todo en mujeres jóvenes, quizás por una disminución en el atractivo visual y por añadir información más completa de sus componentes. Tanto en Francia como en Reino Unido se ha incrementado el mercado negro de estos productos, pudiendo llegar a ocupar el 50% de las ventas y que algunos han puesto en relación con esta medida, quizás por una mayor facilidad a la hora de falsificar el empaquetado. En España esta venta ilegal no supera el 5%.

En relación con la prohibición de edulcorantes y saborizantes, excepto a tabaco, en los vapeadores, no cabe duda de que tendrá un efecto positivo para impedir que los jóvenes se inicien en el hábito o lo mantengan. Por otro lado, un estudio reciente demuestra que más del 80% de adultos que dejaron de fumar utilizaron vapeadores con sabor a frutas. Se comprueba el difícil equilibrio entre impedir el acceso a los menores y la gestión del riesgo en los adultos.

Referente a la prohibición de dispositivos de un solo uso, tan populares entre los jóvenes, también tendrá buena aceptación para evitar su acceso, además de contribuir a una reducción sobre su impacto ambiental.

Otra cuestión es la incorporación de los cigarrillos electrónicos en las prestaciones farmacéuticas del Sistema Nacional de Salud. También ya implementado en Australia, donde solo se pueden adquirir vapeadores con receta médica. Sin embargo, esta prescripción cubre solamente al 10% de usuarios, dada la escasez de facultativos autorizados. Esto supone que el 90% (un millón y medio) adquiere los dispositivos en el mercado no regulado, con los problemas que podría crear a la sanidad pública por la utilización de dispositivos o sustancias ilícitos con posibles contaminantes e incluso otras drogas.

La mejor estrategia es la cesación del hábito de fumar

P.- Como especialista, ¿qué le diría a una persona que no consigue dejar de fumar, a pesar de saber los riesgos?

R.- Comprender la naturaleza adictiva del tabaquismo. Si es preciso, implementar el modelo de gestión de daños por el tabaquismo. Consensuar posibles estrategias libres de humo de forma individualizada, evitando productos ilícitos. Evaluar su utilización como medio a la cesación. Realizar una transición rápida para evitar un posible consumo dual y no regresar al cigarrillo convencional. Acompañar y apoyar al fumador durante el proceso. No olvidar nunca que la mejor estrategia es la cesación del hábito.