Unos 2.000 especialistas en salud mental y adicciones procedentes de todo el mundo se han reunido en Palma de Mallorca en un congreso organizado por la Sociedad Española de Patología Dual, en el que han reivindicado la importancia de tratar este tipo de trastornos de forma integral y se deje de abordar las adicciones como un problema de conducta.  Entre los ponentes ha estado el psicólogo clínico sueco Karl Fagerström, uno de los mayores expertos en tabaquismo, una adicción que supone un grave problema de salud pública. "La mitad de las personas que llevan fumando toda la vida mueren a consecuencia de esta adicción, el tabaquismo mata cada año a 7 millones de personas en todo el mundo, las mismas que el COVID", nos explica en una breve entrevista que hemos mantenido con él.

"Es posible un mundo sin humo, pero no sin nicotina"

Fagerström, que da nombre a un test desarrollado por él para medir la dependencia del tabaco con el fin de proporcionar un tratamiento individualizado, asegura que hay personas a las que resulta imposible dejar este hábito. "Fumar implica una drogodependencia a la nicotina, pero es un hábito que provoca también una dependencia conductual, por ello resulta muy difícil dejarlo", nos explica este especialista que considera posible un mundo sin humo, pero no sin nicotina. 

Suecia, primer país del mundo libre de humo

Suecia está a punto de convertirse en el primer país del mundo libre de humo, una circunstancia que, según los criterios de la Red Europea para la Prevención del Tabaquismo (ENSP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se produce cuando menos del 5% de la población fuma. En 2008 la tasa era del 15% y en este momento está en el 5,6%, lo que ha reducido considerablemente la incidencia del cáncer y otras enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco. La clave del éxito, aseguran los expertos, ha estado en adoptar estrategias de reducción de daños y adoptar medidas estrictas de control del consumo de tabaco por combustión facilitando el acceso a alternativas sin humo.  

Alternativas al cigarrillo tradicional

Fagerström aboga por alternativas como los cigarrillos electrónicos, tabaco calentado o bolsas de nicotina - los snus, muy populares en su país-, para minimizar el impacto del tabaco en la salud. En este sentido, recuerda que la nicotina es la sustancia que provoca la dependencia y que lo realmente dañino del tabaco es la combustión, que multiplica exponencialmente el riesgo de padecer cáncer, enfermedades respiratorias o accidentes cardiovasculares, entre otras enfermedades. De las posibles opciones destaca en primer lugar el tabaco calentado, seguido de los cigarrillos electrónicos como más eficaces, dejando en tercer lugar los chicles y parches de nicotina.

"Las personas que padecen una enfermedad mental fuman mucho más que las personas sanas"

Preguntado por la razón por la que a algunas personas les resulta prácticamente imposible dejar de fumar, nos explica que la adicción a la nicotina puede llegar a ser tan fuerte como la provocada por las drogas ilegales. "Por otro lado, algunos tienen una vida tan desgraciada que fumar se convierte en su único placer. Por ejemplo, las personas que padecen una enfermedad mental fuman mucho más que las personas sanas", concluye.

El tabaquismo cobra especial importancia en el caso de las personas que padecen una enfermedad mental. Según datos facilitados por Carlos Parro, psiquiatra del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Patología Dual, este grupo de población multiplica entre dos y tres veces la posibilidad de caer en esta adicción. “Sabemos que el riesgo en este grupo de población es de entre dos y tres veces el de la población general. Por lo tanto, en nuestro entorno, como poco más de dos tercios de los pacientes con trastorno mental grave fuma”, explicó. La nicotina, añadió, alivia de forma temporal aglunos de los síntomas emocionales y cognitivos que padecen por lo que es fácil caer en una "adicción grave". Según se desveló en el Congreso, para estas personas es más difícil todavía dejar de fumar y, en un porcentaje importante, no lo van a conseguir. En línea con los argumentos de Fagerström, el Dr. Parro aboga por "extender los tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos, buscar objetivos que no sean la abstinencia o utilizar otros productos que suministran nicotina (cigarros electrónicos o tabaco sin combustión)". 

Según la OMS, el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo y su consumo se relaciona con el desarrollo de numerosas enfermedades, entre ellas la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar, la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria, los accidentes cerebrovasculares y varios tipos de cáncer, entre ellos el de pulmón, el de laringe, el renal o el bucofaríngeo. Se estima que solo en Europa el tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes.