La Policía investiga a un vecino del municipio de Lalín, en Pontevedra por presunta profanación de cadáveres. El sospechoso habría contratado el arreglo de un nicho, y posteriormente habría tirado los escombros junto con algunos restos oseos en un monte de la zona de Lamas. Un trabajador del Concello de Lalín encontró los huesos, que pertenecen a una mujer mayor, junto con restos de ropa, herrajes, trozos del ataúd y hasta el crucifijo de este.

El sospechoso es un vecino de esta pequeña localidad de la provincia gallega de Pontevedra. Este hombre habría contratado a una tercera persona para reacondicionar el nicho, que pertenecía a su familia. El procedimiento habitual es que los restos de la sepultura se depositen en el cenicero de la misma. Sin embargo, al tirar los cascotes y restos de la obra al monte, parte de los huesos y restos del cuerpo iban con ellos.

Al retirar los escombros del nicho, ubicado en el cementerio de Prado, los operarios dieron cuenta de que había huesos, como el cráneo, que faltaban. El cuerpo que yacía en ese nicho pertenecía a una mujer fallecida hace 50 años, que era de la familia del investigado.

Un trabajador municipal que supervisaba la limpieza del monte de Lamas, lugar donde aparecieron los restos óseos, los encontró y dio la voz de alarma. La Policía Judicial de Lalín comenzó a investigar los cementerios e iglesias cercanas. El lugar donde habían arrojado los escombros que contenían huesos y restos del ataúd, está a un kilómetro del cementerio de Prado. A pesar de contar con la ayuda de un tercero, los agentes consideran culpable al hombre investigado, al que se acusa de profanación de cadáveres.