Las indecencias de la vicepresidenta de Carlos Mazón, Susana Camarero, más conocida como Susana “jope” Camarero, empiezan a ser dignas de ser incluidas en el libro Guiness de los récords. Este es el tercer capítulo de las repulsivas prácticas políticas de esta señora que les narro, lectores. La última que hemos conocido, gracias a los periodistas Lucas Marco y Sergi Pitarch de la edición valenciana de ElDiario.es, es que la vicepresidenta estuvo conectada al Cecopi casi 40 minutos el día de la DANA, aunque se ve que las inundaciones no eran suficiente para conseguir que no se fuera a entregar unos premios. Pero luego volveremos a esto. Primero veamos sus antecedentes, que si en lugar de periodísticos y políticos, estos fueran policiales, parecería 'el Vaquilla' la señora Camarero.
En el primero de los artículos, o antecedentes, les contaba cómo había elevado lo de la indecencia a niveles insuperables tergiversando la verdad contra la delgada del Gobierno, Pilar Bernabé, cuando ella misma sabía del peligro para los ciudadanos el día 29 de octubre a las 14:44, y no solo no suspendió su agenda… sino que estaba repartiendo premios mientras que a varios ancianos que dependían de su Conselleria, se les llenaban los pulmones de barro y morían ahogados en Paiporta.
En la segunda parte, porque esto se parece cada día más al Padrino con las secuelas, les narraba cómo tras recibir el juzgado un informe lapidario de una residencia (recordemos que la señora Camarero es consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda), salió a decir que la residencia era privada, como si los yayos no dependieran de ella, cuando la realidad es que en esa residencia hay 77 plazas concertadas, concertadas que no privadas.
Pues bien, ahora volvamos al tema de hoy… que estuvo en el Cecopi y se largó en plena crisis el día de la DANA. Sí, lo estuvo, pero la ‘amiga’ Camarero ha estado callada como si le fuera la vida con ello diez meses, hasta que Marco y Pitarch lo han publicado. Es en este momento, cuando la historia se convierte en un guion de José Luis Cuerda. Pillada con el carrito del helado, la señora Camarero se nos descuelga en una rueda de prensa del Consell diciendo que se desconectó porque allí nadie habló ni del barranco del Poyo ni de la presa de Forata, algo que contradice todas las declaraciones judiciales, incluida la de la exconsellera de Emergencias, Salomé Pradas, al menos en lo que se refiere a Forata.
A veces el karma es cojonudo, y quiso el destino que Lucas Marco estuviera en esa rueda de prensa que dio Camarero tras saberse que había estado conectada en el Cecopi 38 minutos. La somanta de palos, periodísticamente hablando, que le dio Marco a Camarero sería comparable al octavo asalto del combate entre Muhammad Ali y George Foreman. Marco dejó KO a Camarero cuando puso en evidencia todas y cada una de las mentiras que la consellera estaba tratando de colarle a la prensa. Tanto es así, que han pedido que la consellera declare en el juzgado como testigo.