El 29 de octubre de 2024, Valencia fue golpeada por una DANA que dejó 228 víctimas mortales, miles de heridos y miles de vidas destrozadas. Múltiples organismos climáticos habían puesto en alerta a la Generalitat Valenciana, pero mientras varios municipios ya estaban inundados, el presidente autonómico, Carlos Mazón, se encontraba en paradero desconocido, pues el rastro se pierde en El Ventorro, y su número dos, Susana Camarero, en una gala de premios organizada por la patronal valenciana, a la que acudió cuando el operativo de urgencia ya estaba montado.
La vicepresidenta primera y consejera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda había accedido de forma telemática, a las 17:02 horas, a la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), ya suscrito en aquel momento, y decidió hacer un parón para acudir al compromiso ineludible a cargo de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), que entregaba unos galardones a la sostenibilidad. 38 minutos fue el tiempo que Camarero estuvo presente en el CECOPI, del que se fue a las 17:40 horas después de enviar varios mensajes en los que queda evidenciado que ya era consciente de la emergencia.
Este recorrido temporal es posible de seguir gracias al informe de la subdirección general de Emergencias, publicado este viernes por elDiario.es, y ya está en manos de la jueza de Catarroja instructora del caso, que está sufriendo el ataque del Partido Popular (PP) y de diferentes instancias valencianas. En informe queda reflejado que la Confederación Hidrográfica del Júcar, también hostigada a posteriori por los protectores de Mazón, ya había advertido de la situación de riesgo de la prensa de Forata y la propia Camarero se lo trasladó a su equipo.
Eran las 17:22 horas y la vicepresidenta hablaba de una tesitura que se estaba “complicando” en la zona de Utiel-Requena, donde la Unidad Militar de Emergencias (UME) ya se había desplegado dos horas antes. “Si tenemos algo allí me decís”, escribió Camarero a sus subordinados en un grupo de WhatsApp cuyos mensajes han sido volcados de cara a la investigación, haciendo referencia al estado de las residencias de mayores, de las cuales es responsable. Minutos después, a las 17:28 horas, la vicepresidenta envió otro mensaje.
El receptor de esta comunicación era un exalto cargo de Camarero y en ese momento secretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, que se encontraba presencialmente en el CECOPI. La vicepresidenta de Mazón trasladó diferentes dudas sobre los municipios de los que se estaba hablando en la reunión y la posibilidad de "evacuarlos", debido a la situación de la presa de Forata, pero no recibió respuesta hasta que transcurrieron tres cuartos de hora, cuando ya se encontraba en el acto de entrega de premios.
Seis minutos antes de abandonar la reunión, a las 17:34, la responsable de las residencias trasladó a su equipo que se había abordado la posibilidad de realizar evacuaciones en las zonas con mayor riesgo, aunque estas no se produjeron, y solicitó el contacto del personal al cargo del centro de menores de Alborache, pero le trasladaron que no había cobertura. Se desconectó y acudió al acto, que comenzaba a las 18:00 horas, y no saldría de allí hasta, según el portal de Transparencia de la Generalitat, hasta las 19:15 horas.
Durante el evento, intercambió algunos mensajes con el responsable de Emergencias, pero ni abandonó los premios ni parecían alarmados. Camarero no volvió a conectarse al CECOPI hasta las 20:58 horas, tal y como recoge el informe de la jueza, casi una hora y cuarenta y cinco minutos después de abandonar el acto empresarial. En esta segunda intentona, Mazón acababa de llegar al CECOPI tras su larga sobremesa, había sido enviado el Es-Alert y habían fallecido ya once ancianos en las residencias de las que era responsable, seis en Paiporta y cinco en Picanya.