“Gracias por todos los regalos que nos habéis traído, me habéis hecho muy feliz”, dice la carta de Yusra, una niña de 12 años que ha agradecido esta mañana la labor de los efectivos que se han trasladado a las zonas afectadas por los terremotos en Turquía y Siria. La semana pasada se registró un sismo de 7,8 de magnitud que ha provocado la muerte de más de 34.000 personas, según los balances oficiales de las autoridades sanitarias.

En concreto, se dirige a Ana, auxiliar técnico veterinario de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros (ESDP), que participó junto al equipo de Ericam y la Unidad de Emergencias en la entrega de juguetes y material humanitario a los menores afectados por el sismo registrado el pasado lunes.

El equipo de rescate de la ESDP llegó a Turquía la noche del terremoto con un operativo de cuatro guías, 30 bomberos y cuatro sanitarios, según la entrevista que realizó ElPlural a Susana Izquierdo, presidenta de la Escuela. “El riesgo principal que corren los equipos de rescate es que se derrumben otros edificios mientras se está trabajando, se opera muy cerca de las infraestructuras; y esto afecta a los trabajadores y a los ciudadanos”, continúa.

Izquierdo también puntualizó la labor de los perros de rescate. “Son como los bomberos: van a la academia, aprenden lo que tienen que hacer y disfrutan de un periodo de experiencia con los equipos que ya la tienen”, explica. Asimismo, la presidenta de la ESDP puntualiza que los perros de rescate son “el medio más eficaz para poder localizar a personas”, especialmente, por su capacidad auditiva para notar la presencia de víctimas debajo de los escombros.

Desde el cuerpo de Emergencia y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (Ericam), la jefa del equipo, Annika Coll, ha alabado la acogida y la serenidad de los ciudadanos turcos tras el terremoto y ha apuntado a la “impotencia” porque “no se llega a todo”. Los miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) coinciden en que esta semana ha sido “muy dura” y consideran que Turquía siente el apoyo de la comunidad internacional.

Ver sus caras cuando salen de los escombros es maravilloso, no tiene precio y alimenta para toda la vida”, reconoce el teniente José Luis Jiménez tras rescatar a varias personas con vida del terremoto. Un total de 13 efectivos de la UME y otros 40 de bomberos de la Comunidad aterrizaron este miércoles en la base aérea de Torrejón de Ardoz tras finalizar las tareas de búsqueda de supervivientes en el espacio turco.

La infancia, afectada “desproporcionadamente” por el terremoto

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha subrayado este miércoles que los últimos terremotos han fomentado la “precaria situación” de la zona, especialmente, con los menores. “La infancia se ha visto afectada desproporcionadamente por el conflicto armado y ahora por el terremoto”, ha lamentado Carmen Monclus, portavoz de UNICEF desde la ciudad de Gaziantep.

“Desde hace unos años y por la ausencia del Gobierno, en el noroeste de Siria, los servicios han sido implementados por las ONG apoyadas por la ONU; la recuperación en esta parte será mucho más tardía en base a una precaria situación que afecta a 4,5 millones de personas, 1,8 millones son niños”, ha señalado.

La recuperación en esta parte será mucho más tardía en base a una precaria situación que afecta a 4,5 millones de personas, de los cuales 1,8 millones son niños

Monclus ha detallado que la complicación de esta crisis humanitaria se basa en la desigualdad de las dos zonas golpeadas. Por una parte, Turquía cuenta con amplias redes y alianzas internacionales, a diferencia de Siria, que contempla una situación marcada por un Gobierno no reconocido y grupos armados .

UNICEF ya ha alertado que más de siete millones de niños se han visto afectados por los terremotos de hace unos días en el sur de Turquía y en el noroeste de Siria. “Es urgente solucionar el asunto de los menores sin padres”, ha alertado Monclus. La portavoz recalca la tarea de “restaurar la normalidad” y de realizar evaluaciones en el entorno y no limitar el rastreo de los familiares a los menores. “La familia no acaba con los padres”.