El rey emérito, Juan Carlos I, no ha podido salir a navegar en esta jornada del viernes a causa de la lluvia y ha permanecido en casa de Pedro Campos, en Nanín, donde ha sido recibida la tripulación del 'Bribón'.

La lluvia que ha cubierto la localidad de Sanxenxo ha truncado los planes de navegación del emérito, quien, desde que el jueves llegó de navegar a las 15:50 horas, ha permanecido en el inmueble de su amigo y regatista profesional.

A lo largo de la mañana de este viernes, la tripulación del 'Bribón' se ha desplazado hasta el Real Club Náutico de Sanxenxo, pero no han zarpado en ningún momento por los fuertes temporales. Así, el equipo ha llegado, a lo largo del mediodía, a la residencia de Campos.

Posteriormente, en torno a las 16:30 horas, la tripulación ha salido de Nanín en dirección al Puerto Deportivo de Sanxenxo. Poco después, la mujer de Campos, en un BMW negro, también ha abandonado el inmueble. La tripulación, una vez en el Náutico, ha decidido no salir, por lo que esta jornada se ha saldado sin navegación. Así las cosas, la única actividad del rey emérito desde su llegada a Galicia, el miércoles, ha sido su salida de dos horas y media en la jornada del jueves, donde fue recibido con una amalgama de vítores y abucheos.

A su vez, está previsto que Juan Carlos I participe este fin de semana en la regata XXIV Trofeo Hotel Carlos I Silgar para embarcaciones de clase 6m que, además, será la quinta puntuable para el V Circuito Liga Española en esa misma categoría.

Gritos de '¡Viva el rey!' y de '¡Ladrón!'

El rey emérito Juan Carlos I, en el que es su tercer viaje a España desde que huyó a Abu Dabi en agosto de 2020, hizo acto de presencia este jueves en el Club Náutico de Sanxenxo, donde fue recibido por una muchedumbre de personas con diferentes visiones. Unos proclamaron gritos de '¡Viva el rey!', mientras otros pronunciaron: '¡Ladrón!', momentos antes de que el ex monarca comenzara el entrenamiento con su embarcación.

De esta forma, con estos 'dobles' vítores, el emérito entró al club náutico directamente desde la casa que su amigo y regatista Pedro Campos tiene en Sanxenxo, concretamente en los Hoteles Nanín. Lo hizo en el mismo vehículo, un Volvo, en el que llegó este miércoles a la localidad de tradición velera desde el aeropuerto vigués de Peinador.

En el coche, el emérito viajó como copiloto, al igual que en la jornada del miércoles, y a medida que se fue adentrando en el náutico, saludó a las decenas de personas que se agolparon para recibirlo, tanto propios como extraños. 

Juan Carlos I aterrizó en España, en el aeropuerto de Vigo, en torno a las 14:00 horas de la tarde del miércoles, tal y como estaba previsto. Esta llegada ya se convierte en la tercera visita no oficial del rey emérito tras su marcha a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) allá por agosto de 2020.

Por el momento, se desconoce cuánto tiempo se quedará Juan Carlos I en suelo español, aunque, previsiblemente, podría volver a los Emiratos el próximo lunes. Según apuntaron fuentes de El País, el emérito no se moverá de Sanxenxo, por lo que no se producirá encuentro alguno con su hijo ni con el resto de la Familia Real. 

Su intención inicial fue haber llegado a España los días 10 y 11 de junio, coincidiendo con la precampaña electoral, pero la regata que estaba programada esos días se suspendió por la previsión de mal tiempo. Ahora, esta visita se produce tres días después de las elecciones generales. Pese a que pueden parecer dos acontecimientos sin relación alguna, lo cierto es que saltó a los medios de comunicación que el emérito podría haber planificado su vuelta definitiva al país si la derecha ganaba en las urnas, una cuestión que ha quedado en el aire por el apretado resultado de la noche electoral y por cuál de los candidatos, si Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo, se presentará a la investidura para presidir el Gobierno.