Fotografía facilitada por el organismo francés de Investigación de Accidentes (BEA), que muestra una caja que contiene una de las cajas negras del Airbus A320 que se ha hallado en el lugar del accidente en los Alpes franceses. EFE



Los investigadores de la colisión del Airbus A230 de la compañía Germanwing creen que el copiloto rechazó abrir la puerta de la cabina al comandante y accionó el descenso del avión "con voluntad de destruir el avión" por razones que se desconocen. Así lo ha explicado el el fiscal de Marsella encargado del caso del Airbus A320, Brice Robin. El comandante había salido minutos antes, suponen que para ir al cuarto de baño. Al regresar, el copiloto impidió su entrada. Las normas de seguridad aéreas desde los atentados del 11-S establecen un sistema de seguridad por el que sólo se puede abrir la cabina autorizándolo desde dentro.

"No sé si es un acto suicida. Solo puedo decir que voluntariamente permitió una pérdida de altitud anormal, de mil metros por minuto, y no tenía ninguna razón para hacerlo ni para impedir que el piloto volviera a cabina ni para no responder a la torre de control", ha subrayado el fiscal en su comparecencia ante los medios de comunicación. Durante diez minutos, según revelan las cajas negras, hubo silencio total en la cabina. "Pero se escucha respirar", ha puntualizado. En los últimos

Preguntado por la identidad del copiloto ha dicho que se llamaba Andreas Lupitz y que era de origen alemán, al igual que el piloto. Tenía 28 añosCuando han querido saber detalles sobre sus orígenes ha comentado: "No están en la lista de terroristas, si es lo que pregunta". Ante las insistentes preguntas de los periodistas al repecto, ha dicho: "A día de hoy no hay nada que nos haga pensar que se trata de un atentado terrorista".