Un coleccionista particular en Valencia pagó 1.200 euros a un restaurador de muebles y piezas para que restaurara una copia de una de las famosas Inmaculadas de Murillo. El resultado no tuvo nada que ver con la obra original.

Para su sorpresa, el coleccionista comprobó que el rostro de la Inmaculada era totalmente distinto al de la pintura de Murillo, así que pidió explicaciones al restaurador, que dijo que intentaría solucionarlo. Finalmente, no hubo éxito, así que el dueño de a copia contactó con otro especialista, que intentará rehabilitar la obra, según explicó a Europa Press.

La vicepresidenta de Relaciones Internas y coordinadora de la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España (ACRE), María Borja, ha explicado que "aberraciones como esta son desgraciadamente mucho más frecuentes de lo que se piensa".

"Solo conocemos los casos que la sociedad denuncia a través de prensa o redes sociales, pero hay multitud de situaciones donde las obras son intervenidas por personas que no tienen formación. Las obras sufren este tipo de intervenciones no-profesionales, pudiendo, provocar un cambio irreversible", ha añadido la experta.

Bromas en las redes

El resultado de la desastrosa restauración ya ha empezado a circular por las redes, donde los usuarios se han mofado de este nuevo caso de chapuzas en el mundo del arte. 

El caso del Ecce Homo 

La restauración de la copia de la Inmaculada de Murillo ha recordado al tristemente célebre caso del Ecce Homo de Borja a cargo de Cecilia Jiménez en 2012, que terminó siendo una caricatura y tras las burlas se hizo vuelto famoso en todo el mundo.