Son tiempos difíciles. La crisis del coronavirus han acrecentado las críticas al Gobierno y los reproches de ida y vuelta entre los grupos políticos. Estos días la actualidad de la oposición gira en torno a un presunto control realizado por el Ejecutivo para limitar los comentarios críticos hacia su gestión.

No es nuevo. Vox siempre ha acusado a los de Pedro Sánchez de perseguir los comentarios críticos, reduciendo así la libertad de expresión de la ciudadanía y convirtiendo a nuestro país en un estado semidictatorial. Pero ahora ya no son únicamente los exabruptos de la extrema derecha lo que el Ejecutivo ha de soportar.

Desde que el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, José Manuel Santiago, dijera el pasado domingo que la Guardia Civil trabajaba para minimizar las críticas al Gobierno, la oposición se ha lanzado a la yugular. De nada han servido las explicaciones del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, o del propio Santiago, que ha explicado que se refería a la difusión de bulos de origen desconocido.

Pero no solo los partidos políticos están emprendiendo una campaña feroz. También lo hacen personalidades. Una de ellas ha sido el tenista español Fernando Verdasco, que ha explicado, dejando en duda la responsabilidad del Gobierno, que una encuesta que lanzó a través de su perfil de Instagram fue de repente censurada.

Por ello, Sergio 'Sacha' Azcona, escritor y CEO de Haz Comunicación ha querido explicar cómo funciona esta de crear fake news: En lugar de exponer una duda por algo que ha ocurrido, alguien lo achaca -sin pruebas- a un culpable (censura, complot, política, etc.)”, explica en un primer tuit, abriendo un hilo que sentencia que “influencers, líderes del opinión y/o medios de comunicación difunden al primero sin buscar una respuesta, alimentando el bulo para generar una corriente de opinión que les favorezca, sin importar la verdad. Lo que se conoce como posverdad”.

“Poco después aparece la respuesta que desmonta las dudas: No era censura sino un fallo de Instagram”, sentencia Azcona.