En un ejercicio de contención y diplomacia, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha optado por rebajar el tono frente a las recientes tensiones con Argentina, evitando así una escalada en el conflicto. Durante un mitin en Montmeló, Barcelona, Sánchez ha preferido centrarse en la política interna, denunciando lo que considera un "hostigamiento por tierra, mar y aire" por parte de la oposición, en lugar de responder directamente a las críticas del presidente argentino, Javier Milei.

Para ser más precisos, Milei ha cargado duramente contra el Gobierno español, después de que este viernes el ministro de Transportes, Óscar Puente, insinuara que el presidente argentino participó en un acto tras una "ingesta de sustancias". "El Gobierno de Pedro Sánchez tiene problemas más importantes de los que ocuparse, como las acusaciones de corrupción que caen sobre su esposa, asunto que lo llevó incluso a evaluar su renuncia", ha señalado Milei en un comunicado publicado en la red social X. 

Además, ha acusado al presidente Pedro Sánchez de "poner en peligro" la unidad de España "pactando con separatistas", a las mujeres "permitiendo la inmigración ilegal de quienes atentan contra su integridad física" y a la clase media, por las "políticas socialistas que solo traen pobreza y muerte".

Relacionado Milei ataca con dureza al Gobierno: "Políticas socialistas que solo traen pobreza y muerte"

Sánchez insta a decidir entre la democracia o el "barrizal" de PP y Vox

Por otra parte, volviendo al acto de este sábado en Montmeló, Sánchez ha acompañado al candidato del PSC, Salvador Illa, en un acto que ha congregado a unas 2.000 personas. El presidente ha aprovechado la ocasión para arremeter contra el PP y Vox, acusándolos de ensuciar la política con un "barrizal" de hostigamiento y desinformación. Según Sánchez, estas acciones tienen como objetivo ocultar sus verdaderas intenciones y programas antisociales. "Cómo es posible que la paz social que se respira en este país se vea enfangada con todo el barrizal que la derecha y la ultraderecha han puesto en marcha", ha lamentado.

Sánchez ha hecho un llamado a la ciudadanía para elegir entre "democracia o fango", instando a una reflexión sobre el tipo de política que se desea para el país. Ha criticado duramente a las formaciones de derecha, especialmente a Alberto Núñez Feijóo (PP) y Santiago Abascal (Vox), por lo que considera una campaña de bulos y ataques personales, incluyendo acusaciones contra su esposa, Begoña Gómez. "La lucha es desigual: ellos tienen tienen dinero, tienen políticos a su cargo, tienen pseudomedios de comunicación para crear desafección y que puedan imponer su agenda regresiva", ha advertido. "Pretenden convertir la democracia en un territorio exclusivo de los poderosos, pero les decimos que valen lo mismo que un trabajador o un pensionista", ha añadido.

Relacionado El PSOE presume de que Sánchez lidera la lucha contra el lawfare: "Muchos se quejan, pero luego nos siguen"

Además, el líder socialista ha reafirmado su compromiso con políticas progresistas, como el reconocimiento del Estado Palestino, y ha defendido su gestión frente a los intentos de la derecha de imponer una agenda regresiva. Ha advertido sobre los peligros de una política dominada por los poderosos y ha reiterado su apoyo a los trabajadores y pensionistas, asegurando que su gobierno defiende a la "gente de a pie".

Finalmente, Sánchez ha pedido el voto para Salvador Illa, destacando su capacidad para revertir lo que describe como "diez años perdidos" bajo gobiernos que han fomentado la confrontación. Ha enfatizado la importancia de contar con el respaldo de la sociedad catalana para lograr un cambio positivo en la región. "Tenemos que contar con el mayor respaldo posible del conjunto de la sociedad catalana", ha sentenciado.

Síguenos en WhatsApp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes