Científicos de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, han desarrollado un medicamento prometedor que podría revolucionar el tratamiento del cáncer de mama. Se trata de una nueva sustancia llamada ErSO-TFPy, capaz de eliminar por completo tumores pequeños con una sola dosis y reducir significativamente los más grandes.
El hallazgo ha sido probado en ratones de laboratorio, donde los resultados han sido sorprendentes: los tumores desaparecieron sin que los animales presentaran efectos secundarios. Ahora, los investigadores se preparan para la siguiente fase de la investigación, que consistirá en ensayos clínicos en humanos para confirmar su efectividad.
Un tratamiento sin los efectos adversos de las terapias actuales
El cáncer de mama es la enfermedad oncológica más común entre las mujeres. Solo en 2020, 2,3 millones de personas en el mundo recibieron este diagnóstico. En países como Brasil, se estima que más de 73.000 nuevos casos podrían detectarse en los próximos años, afectando incluso a mujeres en edad fértil.
Actualmente, los tratamientos convencionales, como la terapia hormonal, pueden generar efectos adversos como coágulos sanguíneos, disfunción sexual y osteoporosis. Además, no siempre logran evitar la reaparición o resistencia de los tumores.
El nuevo medicamento actúa directamente sobre el receptor de estrógeno positivo (ER+), suprimiendo el suministro de esta hormona, que es clave en el desarrollo del cáncer de mama. Según Paul Hergenrother, científico principal del estudio, este enfoque bioquímico permite atacar la enfermedad sin los efectos secundarios que suelen ser motivo de queja entre las pacientes.
Aunque los resultados en laboratorio han sido alentadores, la comunidad científica espera con gran expectativa la próxima fase de pruebas en humanos para evaluar la seguridad y eficacia del fármaco en pacientes reales. La lucha contra el cáncer de mama sigue siendo una prioridad mundial, ya que la enfermedad es una de las principales causas de muerte entre las mujeres. Solo en Brasil, en 2021, se registraron 18.000 fallecimientos por esta causa. De confirmarse los resultados en ensayos clínicos, este tratamiento podría significar un avance sin precedentes en la oncología, ofreciendo una alternativa efectiva y sin efectos adversos para millones de mujeres en el mundo.