La salud es un privilegio. Tanto o más que tener dinero, nacer en un país desarrollado o ser blanco. Somos seres humanos, orgánicos, imperfectos, si nos falla el cuerpo no tenemos nada. Ya que poco se puede anhelar cuando sientes dolor, más allá de dejar de sentirlo. La enfermedad te lo arrebata todo y vivir en modo supervivencia no es vivir, es, en todo caso, sobrevivir. Algo que se aleja mucho de ser suficiente en el siglo XXI.

“No eres consciente de toda la gente que lo tiene hasta que lo sufre alguien cercano, entonces no puedes dejar de verlo por todas partes” repiten los familiares de pacientes y expacientes oncológicos. No hablar de ello, obviarlo, compadecernos, quedarnos con los casos morbosos que leemos o escuchamos en la prensa, es la estrategia general de una sociedad que solo da visibilidad y atención al enfermo durante el tratamiento y le abandona a su suerte cuando tiene que reintroducirse al mundo.

Todo esto parece muy lejano, aunque no debería, ya que en España sólo en 2022 se diagnosticaron 290.175 casos nuevos de cáncer según datos de la Asociación Española contra el Cáncer. Unas cifras que tienden a aumentar cada año.

Es cierto, y es una victoria de la ciencia y la medicina moderna, que el porcentaje de pacientes que superan el cáncer también tiene una tendencia al alza. Lo que sería un indiscutible triunfo social si los expacientes tuvieran una reinserción en la sociedad digna y protegida por las instituciones -tanto públicas como privadas-.

Sin embargo, en 2023 aún no existen en nuestro país leyes que amparen el denominado ‘derecho al olvido oncológico’ de los pacientes para no estar expuestos a situaciones de desigualdad y discriminación tales como no poder pedir un préstamo o contratar un seguro.

“Imagínate que has superado una leucemia o un linfoma. Imagínate que 'vuelves' a tu vida. Imagínate que quieres cambiarte de casa o, incluso, invertir tus ahorros comprándote un piso. O pedir un préstamo para ese viaje que siempre quisiste hacer. Pues en España lo vas a tener difícil…” explican desde la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia, la primera organización que ha alzado la voz y ha denunciado la discriminación sistémica que llevan a cabo entidades bancarias y aseguradoras co los expacientes oncológicos.

¿Por qué es necesario el derecho al olvido oncológico?

El debate comienza a hacerse público cuando se difunden los datos recogidos en el informe de la Fundación Josep Carreras elaborado junto a @proyectoidun y titulado 'Jóvenes y leucemia'. En él se analizan, por vez primera en España, todas las consecuencias que recaen en un joven tras haber sido diagnosticado de leucemia, un tipo de cáncer de la sangre muy habitual en niños, adolescentes y jóvenes adultos.

En el proyecto participaron 400 personas que declararon lo siguiente:

  • El 47% de los pacientes afirmaba haber encontrado dificultades al intentar solicitar un préstamo.
  • El 70% de los encuestado tuvo problemas para pedir un seguro de decesos.
  • El 83%, siendo este el dato más alarmante, sufrió discriminación por su historial médico al intentar contratar un seguro de vida.

En dicho informe se especifica que, según el programa 'Después del cáncer' de la Federación de Entidades contra el Cáncer de Catalunya, la determinación de una prima en una compañía aseguradora está sometida a muchas variables, entre ellas la edad y el historial médico. Por tanto, las compañías aseguradoras realizan siempre previamente un estudio de los riesgos y determinan en función de todos ellos la prima a abonar por el asegurado.

El proceso a seguir es sencillo: las aseguradoras siempre someten a un cuestionario a todos los solicitantes de un seguro médico o de vida, incluyendo en algunos casos una revisión médica. Las preguntas que encontramos en este documento son cuestiones relativas a la salud y estilo de vida del asegurado.

Dependiendo de la cobertura contratada, el precio varía enormemente, y para las personas que han superado una enfermedad oncológica, conseguir un seguro de vida o de salud a un precio accesible puede resultar imposible, normalmente el coste de la prima es inasumible.

“Aunque la ley española no obliga a contratar un seguro de vida para pedir un préstamo o una hipoteca, muchas entidades bancarias la solicitan o la recomiendan como garantía de pago” aclaran en el informe. Una condición que se convierte enseguida en un problema grave si la aseguradora se niega a tramitar una póliza por enfermedad o por haber sufrido una durante los años anteriores, como es el caso de las personas que han padecido cáncer. Al denegarse el seguro, surgirán dificultades o incluso será imposible la concesión del préstamo o de cualquier otro producto financiero.

No son casos aislados, no es puntual

"En mi caso recibí una llamada comercial de una aseguradora y al decir que estaba interesada y que estaba en tratamiento por cáncer, me colgaron diciendo que no podía ser" explica a ElPlural Yaiza Cumelles, expaciente oncológica y divulgadora de información sobre la vida durante y después del cáncer. Asimismo, añade que "en cada llamada comercial de aseguradoras" que recibe y tras decir que tuvo cáncer le dicen "buenas tardes" y cuelgan.

Hace apenas unos días, Yaiza publicaba en su perfil de Twitter un hilo en el que desarrollaba brevemente en qué consiste el derecho al olvido oncológico. A pesar de que hubo varias respuestas de usuarios que aseguraron haber podido acceder a seguros de vida, decesos y de salud omitiendo sus antecedentes médicos, otros muchos internautas explicaron que en su caso, al declarar la realidad de lo ocurrido, tuvieron muchos problemas para contratar estos productos financieros. Estos son solo algunas de las contestaciones:

Finalmente, Yaiza sentenció: "Que esto ocurra es gravísimo. Enfermos somos unos luchadores; libres de cáncer somos discriminados". Siendo las dificultades de contratar seguros o préstamos una de tantas discriminaciones que sufre no solo el paciente durante tratamiento, sino también el expaciente. Quien, a pesar de llevar años intentando recuperar su vida, la sociedad se lo imposibilita una y otra vez.

Europa presiona para que se garantice el derecho antes de 2025

En septiembre de 2022, se presentó un estudio de la Comisión Especial para la Lucha contra el Cáncer de la Unión Europea que revelaba que España, Islandia y Malta eran los únicos países de la UE que no tienen una regulación específica para blindar el acceso a productos financieros de los supervivientes de cáncer. Según indican en el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, todos los países de la UE tendrán que garantizar el derecho al olvido oncológico antes del 2025 y la Unión Europea ha instado a España a hacerlo cuanto antes.

Así lo recogen en el punto IV: Fuerte apoyo a los pacientes de cáncer, supervivientes y cuidadores: "Las aseguradoras y los bancos no deben tener en cuenta el historial médico de las personas afectadas por el cáncer" explican en la propuesta y piden "que las legislaciones nacionales garanticen que los supervivientes de cáncer no sean discriminados en comparación con otros consumidores".

Propone también colaborar con las empresas para elaborar un código de conducta que "garantice que la evolución de los tratamientos contra el cáncer y su mayor eficacia se reflejen en las prácticas comerciales de los proveedores de servicios financieros", apoyando los avances realizados en este aspecto en países como Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos, donde los supervivientes de cáncer disfrutan del derecho al olvido oncológico. 

Desde el Parlamento Europeo solicitan que, como muy tarde en 2025, "todos los Estados miembros garanticen el derecho al olvido a todos los pacientes europeos diez años después del final de su tratamiento y a más tardar cinco años después del final del tratamiento para los pacientes cuyo diagnóstico se haya realizado antes de los 18 años". Finalmente, reclaman que se integre en la legislación de toda la UE este derecho de los supervivientes oncológicos con el fin de "evitar la discriminación y mejorar el acceso de estas personas a los servicios financieros".

El primer país de la Unión que adoptó esta garantía legal fue Francia en 2016, seguida de Bélgica en 2019 (aunque sólo después de 10 años sin recaída) y Luxemburgo desde 2020 para pacientes menores de 18 años sin recaídas después de 5 años de la remisión completa. Los Países Bajos en 2020 promoviendo las garantías en el olvido sanitario después de 10 años de la remisión libre de recaídas.

En España la única ley que podríamos decir que "se acerca” es de 2018 (Ley 4/2018) por la que se indica que no se podrá discriminar en la contratación de seguros a una persona por tener VIH u otras condiciones de salud. Pero no se especifica qué otras "condiciones de salud"

Nos queda mucho por hacer en España

La última semana de marzo de este año, la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados aprobó una Proposición No de Ley (PNL) presentada por el PSOE para pedir al Gobierno la promoción del derecho al olvido de las personas que han superado un cáncer.

Con 31 votos a favor y cinco abstenciones, del Grupo Parlamentario Vox, se ha dado luz verde a la propuesta socialista que insta al Ejecutivo a desarrollar “la normativa necesaria para determinar la aplicación de los principios recogidos en la Ley 4/2018, del 11 de junio, para otras patologías o grupos de patologías, como el cáncer, a las que pueda considerarse los mismos efectos excluyentes en las relaciones jurídicas”.

La portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso, Ana Prieto, defendió la PNL recordando que cada vez hay más supervivientes de cáncer debido a los avances en los tratamientos y la mejora de los diagnósticos, y puso de manifiesto que las personas que han sobrevivido “tienen necesidades legítimas” y se debe trabajar por la igualdad de condiciones para ellas.

¿Un avance? Sí, pero aún hay temas por resolver

Pese a que la regulación que ha adoptado Francia, Luxemburgo o Portugal y que ahora adoptará España es un gran avance, quedan dos temas por resolver, tal y como han explicado desde la Fundación Josep Carreras a este medio. Uno que quedará en un vacío legal y otro que será necesario tener en cuenta:

  1. En primer lugar, la alta inversión en investigación en el ámbito oncológico ha permitido mejorar los tratamientos y tasas de supervivencia y ahora ya se habla del cáncer como una enfermedad que tiende a la cronificación en algunos casos. ¿Qué ocurrirá con todos los cánceres que se pueden cronificar o vigilar?, como es el caso de la leucemia mieloide crónica, en la que los pacientes viven muchos años con una pastilla. Estos pacientes no entran en remisión completa de la enfermedad y, por tanto, no pueden entrar en el marco que plantean estas leyes que sería valorar los casos 10 años después de la remisión completa de la enfermedad.
  2. En segundo lugar, ¿por qué se emplea el criterio de más de 10 años después de la remisión completa de la enfermedad si médicamente, en oncología, el criterio de supervivencia es más de 5 años desde la remisión completa?

Tomar conciencia el primer paso

Pacientes, expacientes y fundaciones de toda España trasladan sus preocupaciones y reivindicaciones a las redes sociales y a los grandes medios de comunicación con un objetivo muy concreto: que la población en nuestro país tome conciencia de sus realidades.

En torno al cáncer, como en torno a otras muchas cuestiones, existen prejuicios e ideas preconcebidas que hacen un flaco favor a quienes sufren la enfermedad. Ser capaz de empatizar y deconstruir estas creencias es el primer paso para que la salud, o en este caso la falta de ella, deje de ser motivo de discriminación alguna.