Hemos tenido la ocasión de hablar con la periodista Marta González Novo, quien acaba de presentar su primera novela, Una bañera de hojas secas. Se trata de todo un alegato contra el machismo en el que muchas mujeres maltratadas pueden verse reflejadas y, lo más importante, pueden asimilar algunos conocimientos necesarios para detectar a un maltratador, antes incluso de que perpetre su violencia física o psicológica. La autora, una madrileña que reivindica su origen gallego (en la presentación de su novela no faltó un grupo de gaiteros), es una de esas voces que inmediatamente transmite calidez, algo que conocen bien los oyentes de su programa Hoy por Hoy Madrid, que cada mañana se emite en Cadena SER Madrid. Un espacio en el que, siempre desde el compromiso, se tocan todos los temas, pero en el que la cultura ocupa un sitio de privilegio. Hoy a Marta le toca estar del otro lado del mostrador con Una bañera de hojas secas, en la que cuenta la historia de Rebeca Agustí, una exitosa bailarina superviviente de violencia de género. Un relato de ficción construido con situaciones de la vida real, en las que, como hemos dicho más arriba, se reconocerán muchas mujeres víctimas de esa lacra.
Pregunta- Hay novelas y novelas. Algunas para entretenerse sin más, otras para reír o para llorar, y otras que dejan enseñanzas. Gracias a estas últimas, muchas personas, que se reconocen en los personajes, pueden aprender a hacer frente a situaciones adversas. Es el caso de Una bañera de hojas secas. ¿Era esa la intención desde el inicio?
Respuesta- Sí. Por el programa han pasado a lo largo de más una década muchas mujeres víctimas de violencia de género. Yo necesitaba contar qué ayuda a sobrevivir a una víctima de violencia de género. Quería contar la historia de una superviviente, porque hay un dato aterrador: el 25% de las mujeres tiene ideaciones suicidas en algún momento dado a lo largo de ese proceso de maltrato que dura años, y es algo que cuento en la novela. Yo quería contar qué salva a Rebeca Agustí, a qué se agarra para sobrevivir. Hay un capítulo de la novela que se llama El suicidio y la farruca, ella también piensa en suicidarse. Pero tiene tres hijos, una circunstancia familiar muy complicada, sus padres han muerto... Hay una parte autobiográfica mía que es esa de mis padres, en la que narro los duelos.
P- Vamos, que no hay duda del lugar que ocupa la víctima.
R- Yo quería colocar a la víctima en una situación de máxima vulnerabilidad. Es decir, una mujer que está siendo acosada por su marido (luego ex marido), con tres niños, que cae en una trampa de seducción de alguien que es un narcisista y un sádico, que tiene un trastorno de la personalidad. Cómo se sale de eso cuando no tienes a tus padres vivos y tu red familiar flaquea. Rebeca se siente tremendamente sola.
Para construir el personaje de Rebeca Agustí, la protagonista, Marta González Novo reunió el sufrimiento de varias mujeres, muchas de las cuales pasaron por su programa de radio, en el que dejaron su testimonio
P- Pero Rebeca sobrevive...
R- En la editorial, Plaza y Janes, me decían "es la historia luminosa de una superviviente". Claro que vas a encontrar allí páginas duras, es la historia de un maltrato, pero quiero ayudar a detectar estas patologías. Hay un capítulo importante, que es en el que ella va a ver una terapeuta en el teatro, que está inspirada en la psicóloga Silvia Congós, y descubre qué es lo que tiene su marido. Se da cuenta de que ha estado casada con un narcisista que disfruta haciendo el mal.
La Justicia no está a la altura. El sistema de Justicia está quebrado. Falta formación, falta sensibilidad
P- También hablas de la Justicia.
R- Yo he conocido muy de cerca las historias de estas mujeres y yo denuncio que el sistema de la Justicia está quebrado. No funciona, no se está protegiendo adecuadamente a las mujeres. Hay un perfil de mujer que representa Rebeca, que no encaja en el perfil de los jueces. Es decir, Rebeca es una señora formada, independiente económicamente, licenciada universitaria. La Justicia está archivando causas y ahí narro algunas de mujeres que he conocido, donde una fiscala de violencia de género le pregunta a una policía que "cómo siendo policía va a ser víctima de violencia de género". ¿Perdón? La violencia de género no entiende de distinciones, es absolutamente trasversal. ¿Qué tipo de pregunta en un juzgado es esa? Es en sede judicial. Es muy difícil sentarte a denunciar una historia de esas. El libro también es un aldabonazo a la Judicatura y a la Justicia, que no está a la altura.
P- Una justicia tomada por la ultraderecha. Las cosas hay que llamarlas por su nombre. Y en la novela vemos, justamente, la importancia de poner nombres. ¿Qué es un quídam?
R- Yo no quería ponerle nombre al maltratador porque quería que cada mujer pusiese su propio nombre. En la familia hay un especialista cervantino y un día me mandó el término quídam. Yo no sé si sabía o no que yo estaba buscando la forma de nombrar a este personaje. Quídam se utiliza cuando no quieres nombrar algo tan absolutamente despreciable que no le quieres poner nombre. Eso es ser un quídam. Y pensé "qué buen término, va a ser el primer capítulo de la novela". Cada uno, entonces, pondrá su propio nombre a su propio quídam.
P- El quídam de Rebeca actúa, aparentemente, de forma totalmente premeditada. Lo tiene todo planificado. No sé si siempre es así.
R- Este quídam es especialmente manipulador, el va a por ella, va a que ella se enamore de él, a darle lo que ella siempre había querido. En este quídam hay algo especialmente perverso. Ella descubre que este señor le ha copiado toda la información de las escrituras de la casa de sus padres. Es decir, hay también un interés económico de fondo.
P- ¿Es más fácil o más difícil detectar a este tipo de maltratadores?
R- Yo creo que este es más difícil, porque es más perverso y más sutil, y además él busca llevarla al límite volviéndola loca. Ella está en una situación de máxima vulnerabilidad. Ella se casa muy rápido, algo que los especialistas te dicen: "En el primer año de relación no se puede tomar una decisión como la de tener hijos". Puedes irte a vivir, puedes casarte, etc. Luego, si no funciona, pues te separas, pero no puedes tomar la decisión de quedarte embarazada, porque el primer año de relación, tu lavadora emocional va a tal nivel de revoluciones que eres incapaz de ver al otro aunque empiece a dar algunas señales. Y el quídam ya había dado algunas señales.
P- De hecho, su amiga Raquel se lo marca. ¿Ella lo vio realmente o le estaba aconsejando que no fuera tan rápido como regla general?
R- Su amiga lo vio. Raquel, además, está basada en un personaje real. Rebeca no la escucha, porque en ese momento está tan absolutamente abducida y cegada por el amor que no se da un tiempo para reposar. Las pocas voces que le llegan ella las desoye. Hay que estar en contacto con la voz interior de cada uno, porque Rebeca ve cosas, pero las desecha. Hay una edad complicada en las mujeres que es esa edad en la que tienes que decidir si quieres ser madre o no. Rebeca se encuentra en esa edad. Pero en ese momento, casi es mejor ser madre sola.
P- Ella ya ha tomado la decisión y nada la puede hacer cambiar
R- Hay un capítulo que es la primera aparición de las primeras bragas. Rebeca necesita creerle, porque se van a casar un mes después. Quiere creerle.
Cada noche él la recoge en el teatro y la lleva al hotel. Cada mañana, él le deja una nota de amor. Es el resultado de la cultura Disney instalada en la sociedad y que él trasladó a su historia de amor
P- Rebeca ya está programada, y programada porque el quídam logró programarla así.
R- Él logró que ella lo admirara, que ella sintiera que él la colocaba en una hornacina. Son amores muy rápidos. Se conocen en un encuentro de danza internacional en París, ella es bailarina de clásico español, él es banquero y patrono de la fundación que se encarga de ese encuentro internacional. Ella es primera bailarina en una compañía importante. Él cada noche la recoge del teatro L'Étoile (esto también está basado en hechos reales, porque hoy es una sala de conciertos de rock, pero fue un teatro en su día) y la lleva a su hotel. Cada mañana, durante esos quince días, él le ha dejado una nota de amor debajo de la puerta de la habitación. Venimos de la cultura Disney y él ha cogido Disney y lo ha trasladado a esa historia de amor.
P- ¿Tu novela es una ayuda para las mujeres, pero también una enseñanza para los hombres?
R- El día de la presentación del libro había mujeres y había hombres. Uno de los hombres se puso a llorar y le dijo a su pareja "no me dejes ser nunca quídam, por favor, no quiero ser ese, no quiero ser ese". Hoy me he cruzado con un compañero por el pasillo de la radio y me decía "Marta, esta novela es necesaria, porque no solo hace reflexionar a las mujeres, es que los hombres no queremos ser ese".
P- Yo pertenezco a una generación que ha tenido que desaprender, que viene de una sociedad y una cultura infinitamente más machista que las actuales. Cuanto más conocemos, gracias a herramientas como Una bañera de hojas secas, más nos damos cuenta de que, pese a la mejora, falta mucho camino por recorrer. Y en todos los estamentos, como el que mencionabas de la Justicia.
R- Una de las cosas que quiero denunciar en esta novela es que la Justicia no está a la altura. Lo hemos visto en el caso de Carabanchel, donde se han quedado desprotegidas una mujer y su hija de cinco años que han sido asesinadas, y cómo se están archivando causas. Lo cuento en la novela. Cómo puede ser que un juez le pregunte a una mujer que va a denunciar "¿por qué viene ahora y no ha venido antes?" Una mujer, hasta que consigue volver a reconstruirse, pasa una media de ocho años, y no puede ser que haya mensajes que prescriban a los cinco años.
P- ¿Qué pasa con las mujeres que van a denunciar y después retiran la denuncia? Si yo, que no soy un experto, sé muy bien por qué se retira esa denuncia, ¿por qué no lo sabe o no lo quiere saber la Justicia?
R- Ahí tienen que actuar de oficio. Protéjanla. Se retira la denuncia por miedo, o por seguir siendo víctima de la manipulación.
P- Este libro debería ser de lectura obligatoria.
R- Se lo daría también a la gente joven. Explica cómo no meterte en una relación sentimental tóxica.
