Que “Madrid está de moda” parece ser cierto, que lo está porque Ayuso paga por ello, también. Desde 2019, la Comunidad de Madrid se ha gastado más de 622.000 euros en la contratación de influencers de todas las partes del mundo para que visiten Madrid y hagan su correspondiente promoción. Viajes, gastronomía, cultura y, el tema por excelencia, bodas.

En este sentido, de entre las diferentes campañas que el gobierno de Ayuso ha llevado a cabo desde que inició la estrategia, la mayor inversión se cifra en 18.119,75 euros. Fue una campaña cuyo objetivo era promocionar la comunidad como destino ideal de bodas y que contó con la colaboración de cuatro influencers: Mary Cueter, Diana Sandoval, Linchen y Arturo de Noriega. Pese a que todos ellos son creadores de contenido especializado en bodas y todos cuentan con miles de seguidores en redes sociales, el último, Arturo de Noriega, es el que más followers tiene en Instagram, 336 mil para ser exactos.

Por otra parte, la segunda campaña que recibió más dinero por parte del gobierno autonómico fue “Proud of Madrid 99h Love Tour”, para la que se destinaron 17.121,50 euros. En ella, el número de influencers contratados fue muy superior al de la campaña anterior, llegando a un total de 15, entre los que figuran Lety Sahagún, Fernando Solís, Tatiana de León, Ricardo Korkowoski o Fer Piña, entre otros. 

Estas dos mantienen una amplia distancia respecto a la menos costosa, la cual supuso un gasto de 1.718 euros y contó con la colaboración de Sarah Anne y su productor Cristopher Rew. Las ubicaciones elegidas para esta campaña fueron el monasterio de El Escorial y el Palacio Real.

Pese a que no todos ellos han especificado la cantidad que han recibido por promocionar la Comunidad desde diferentes ámbitos, otro de los ejemplos es el caso de Elisa y Luca, dos influencers italianos que aceptaron la propuesta del gobierno autonómico y cuyo trabajo consistió en compartir a través de sus redes sociales su estancia en Madrid, señalando y recomendando los sitios más destacados de la ciudad y de la comunidad.

Por su parte, Barbara Gant, cuenta con 231 mil seguidores en Instagram, y su contenido se centra a la promoción de coctelerías y bares de la ciudad. Aunque también se desconoce la cantidad que recibe, Gant señala que “para participar en este tipo de campañas tienes que dar una buena imagen: no haberte metido en polémicas, ni hacer contenido vulgar”.

Cambio de tendencia

Marcos Leva, CEO de la agencia de representación Vicious Agency, comenta que desde que la comunidad de Madrid optó por hacer este tipo de contrataciones con el objetivo de promocionarse, los criterios que se han ido teniendo en cuenta para seleccionar a los influencers han ido variando. En este sentido, señala: “En los últimos años, se han empezado a dar cuenta de que los nichos tienen mucho potencial, antes contrataban a alguien por tener muchos millones de seguidores, sin tener en cuenta su distribución geográfica, o la segmentación de edad”. Al margen de estos factores, también se tienen en cuenta “los intereses de la audiencia, el alcance de sus publicaciones, el vínculo que mantienen con la región o la influencia constructiva de los contenidos en sus seguidores”.