El comienzo del verano estuvo marcado por el episodio de racismo y xenofobia que se vivió en Torre Pacheco (Murcia), cuando después de la paliza propiciada a un mayor por parte de personas de origen magrebí varios radicales aprovecharon la tesitura para organizarse y agredir a cualquier persona extranjera de la localidad.
El ejemplo se ha repetido a lo largo y ancho del mapa, y es que son muchos los sitios y los motivos de los que ultraderechistas han bebido para dar rienda suelta a su odio -por ejemplo, centros de menores a cuyo alrededor se ha producido una violación- y generalizar, generando así el miedo entre quienes vienen a nuestro país en busca de un futuro digno.
En ocasiones, el discurso ha quedado amparado por el mensaje político de extrema derecha que, con el beneplácito de la derecha, han generado el caldo de cultivo perfecto para entrar en un punto quien sabe si de no retorno.
A veces ese odio se queda en agresiones verbales, pero otras van más allá, y es que algunos de estos instigadores, lejos de actuar en solitario, contemplan una perfecta organización, tejiendo redes entre ellos y actuando, ora desde el anonimato, ora dentro de siglas, algunas de nueva creación.
Perfectamente organizados
La base de todo suele darse en redes sociales donde, sin aportar su nombre verdadero, los miembros de estos grupúsculos hablan abiertamente de atacar a personas migrantes, incluso acabando con su vida.
Telegram suele ser un canal habitual para ello. Un ejemplo tenía lugar el pasado fin de semana, tal y como ha aportado horas después el diario Público, que ha publicado algunos de estos mensajes en su periódico.
En este caso concreto, se trata de personas de Democracia Nacional (DN), de tinte claramente ultranacionalista y ultracatólico, además de racista y xenófobo. En el grupo al que ha tenido acceso el medio mencionado, 400 ultras, seguidores de este movimiento, llaman directamente a asesinar a quienes llegan a nuestro país.
"Armas de fuego"
No tienen reparo en hablar directamente de ello y de cómo hacerlo, y recurren a cualquier cosa que se lo facilite, por disparatada que sea. Así lo demuestra el siguiente mensaje, del chat y publicado por Público: “Hay que estar preparados, desde clases de artes marciales, manejo de armas, y estudiar la posibilidad de tener armas de fuego, aunque España es muy limitada en esto último”.
La tesis fue apoyada por distintos usuarios, que ponían sobre la mesa posibilidades para conseguirlas de manera “fácil”, como acudir a Andorra. Y se justifican. “Yo no soy agresivo, pero una defensa en casa voy a tener”, decía otro de los integrantes.
El intercambio de mensajes se dio el pasado domingo en torno a las 20:00 de la tarde. Dos horas más tarde, el administrador del grupo envió un mensaje a la delegación del partido ultra en Madrid para repartir panfletos contra el “gran reemplazo”, una de las teorías que alienta la extrema derecha, también de Vox. Esta teoría no es otra cosa que una tesis sin fundamento alguno y totalmente conspiranoica según la cual la población blanca europea, normalmente, está siendo reemplazada por pueblos de otras partes del mundo. Por lo visto, la propaganda quedó distribuida en hogares de la localidad madrileña de Pinto, así como en los buzones de la sede de Cruz Roja.
"El moro nunca sale a la calle sin su navaja"
El chat empezó a funcionar en septiembre del año pasado, ahora hace casi un año y, desde entonces, ha servido para difundir actividades del partido -a las que están invitadas personas de toda España-, a veces dirigidas a dar información, otras a “cazar” -empleando la jerga que usan estos grupos, independientemente de que la expresión se haya o no usado en el chat- a migrantes.
A finales de julio, ya contaron su hoja de ruta en las zonas que consideraban “de conflicto y delincuencia” y, previamente, habían respaldado las actuaciones ultras de Torre Pacheco. Advertir de la presencia de centros de menores migrantes no acompañados (los mal llamados MENAS) o “tomarse la justicia por su mano” son algunas de las instrucciones que se han dado en el chat a lo largo de estos meses. “Consejo (…) Siempre hay que atacar en grupo (igual que ellos) y siempre ir armados (navaja, pistola, llaves, cadena, spray pimienta, etc) porque el moro nunca sale a la calle sin su navaja en el bolsillo. Es cultural, la llevan siempre con ellos”, reza otro mensaje.
Asimismo, el lenguaje utilizado suele ser despectivo hacia la población migrante -es habitual el uso de la palabra “pancho” para referirse a personas sudamericanas, por ejemplo; y no hacen distinciones: “Queremos que reaccionen de una vez ante todos los atropellos que están sufriendo todos los días frente a la criminalidad extranjera, ya sean menas o tengan a sus padres; legales o ilegales; nacionalizados o no; moros, sudamericanos, africanos o de cualquier otro rincón del mundo; que vengan a trabajar o a parasitar”.