A comienzos de año, quien fuera la cara más mediática del movimiento MAGA (Make Amercica Great Again) después del propio Donald Trump, Elon Musk, escribía a través de su red social una pequeña variación en el eslogan del trumpismo: “Make Europe Great Again” (Hagamos Europa Grande Otra Vez). Este nuevo eslogan para el electorado europeo llegó justo antes de las primarias alemanas, donde el magnate sudafricano mostró su apoyo a AfD, el partido ultraderechista alemán próximo al nazismo.

Como es habitual en la ultraderecha, este eslogan caló de lleno en su ideario, “devolver la grandeza a Europa” se inscribe perfectamente en su discurso antiinmigración y tradicionalista. En España, Vox no tardó en hacerse eco del MEGA. A menos de un mes después de que Musk escribiese estas palabras, el líder de Vox, Santiago Abascal utilizaba el eslogan para su cónclave ultraderechista en Madrid al que acudieron numerosas caras de la política ultraconservadora del Viejo Continente.

Aunque meses después el eslogan ha perdido algo de gancho y los partidos de la ultraderecha han tratado de desligarse ―aunque tratando de continuar en sintonía― con la administración Trump por sus continuos ataques a Europa, el MEGA aún no ha desaparecido. MEGA permanece vivo en forma de asociación vinculada a Vox, con el único cambio de que ahora la “E” de sus siglas representa a España. El tono ultraconservador y protrumpista sigue presente en su agenda ideológica, llegando a sugerir en una de sus publicaciones de Instagram que España debe construir un muro en la frontera con Marruecos y obligando a este a asumir el coste, recordando los desvaríos del tycoon neoyorquino durante su primer mandato.


A diferencia del partido que los apadrina, al no ser una asociación institucional, los miembros de MEGA se mueven a cara descubierta y sin contenerse tímidamente como algunos militantes de Vox tratan de hacer. A través de sus redes sociales, MEGA lanza el discurso de Vox sin pasar por ningún filtro, sobre todo en contra de la inmigración. El pasado mes de julio, la asociación ultraderechista pedía deportaciones masivas y alimentaba su discurso contra las personas migrantes a raíz de la agresión a un anciano en Torre Pacheco, municipio donde se produjeron las llamadas “cacerías” contra los residentes del pueblo de origen extranjero.

La relación con Vox no es una mera comparación del discurso político. El presidente de la formación, Aitor Navas, cuenta con numerosas fotos junto a Abascal en su perfil de Instagram, donde cuenta con los perfiles oficiales del líder ultraderechista y de Vox entre sus seguidores. Del mismo modo, el portavoz nacional del grupo, Asier Fernández, aparece en una foto de la cuenta de Vox en el municipio madrileño de Ajalvir junto a líder de la formación allí, Manuel Mendez Agudo.

El radicalismo no es precisamente sutil, tan solo hace falta un rápido vistazo por los perfiles de MEGA y de sus miembros para poner de manifiesto el viejo dicho de una imagen vale más que mil palabras. Asier Fernández subía la madrugada de este miércoles una imagen sosteniendo una bandera con las aspas de Borgoña y el águila bicéfala, símbolos utilizados por los carlistas durante la Guerra Civil y símbolos de exaltación entre la ultraderecha. Este símbolo se puede ver también en las numerosas manifestaciones a las que el portavoz de MEGA acude y publica en sus redes. Unas marchas en las que el radicalismo no se repudia y miembros cercanos a Vox comparten calles con grupos neonazis como Democracia Nacional en la marcha hacia Moncloa hace algunas semanas o Núcleo Nacional en las protestas frente al centro de menores migrantes de Alcalá de Henares el pasado julio.

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