Desfilando junto a Santiago Abascal, líder de Vox, en la manifestación ilegal convocada este jueves frente al Palacio de la Moncloa para exigir la dimisión de Pedro Sánchez no se encontraban meros ciudadanos descontentos con su Gobierno. Lo cierto es que la protesta contó con algunas caras conocidas entre los sectores más radicales de la ultraderecha, sectores que califican a la formación de Abascal como “blanda” o “poco creíble”.
Sí, existe una ultraderecha más a la derecha aún. Unos grupos radicales que este jueves han hecho acto de presencia en la marcha ilegal contra el Gobierno. A pesar de los valores democráticos que dicen defender desde Vox, a su líder no le ha importado lo más mínimo compartir espacio con uno de los referentes fascistas de España, Pablo Lucini, delegado en Madrid del partido neonazi Democracia Nacional.
Lucini es una figura extremadamente polémica que cuenta con cientos de videos en las redes sociales que le han convertido en una especie de líder entre los sectores más radicales del fascismo digital en España ―o más bien entre aquellos jóvenes que creen que ser fascista es algo revolucionario―. Un fascismo que aunque no tiene mucho fuelle, se niega a morir. Pues bien, las pintorescas imágenes que ha dejado esta manifestación en el parking de la Facultad de Estadística se podía reconocer la figura de Lucini. Este líder neonazi ya fue detenido en 2023 durante las protestas en Ferraz por lanzar objetos contra la Policía Nacional. Como no podía ser de otra manera, los que se encontraban junto al neonazi han protagonizado una bochornosa escena en la que se les puede ver insultando a gritos a la periodista Esther Yáñez, del programa de La 2, Malas Lenguas. Aquí se ve claramente la fuerza que proyectan estos fascistas, un grupo de hombres que rodean a una mujer acompañada de su cámara para increparla por hacer su trabajo.
Es curioso ver como aquellos que claman que vivimos en una dictadura son escoltados por la UIP sin ningún inconveniente mientras se manifiestan de forma ilegal y comparten el pan con quienes de verdad estarían muy cómodos bajo una autocracia. Todavía podemos encontrar a aquellos que dicen que Vox es un partido más, que no es una formación radical. Pero las imágenes no mienten. Este jueves, Santiago Abascal ha caminado junto a un líder neonazi, sin importarle lo más mínimo.
Al líder de Vox le gusta mucho pedir explicaciones cada vez que se destapa un escándalo en el Gobierno, y sigue insistiendo después de que estos desaparezcan por, principalmente, haberse basado en bulos. ¿Debería entonces Abascal explicar que hacia esta semana junto al neonazi Pablo Lucini? La respuesta se la adelantamos, no dará explicaciones. Los de Vox ya demuestran claramente que prefieren una amistad con nazis antes que vivir bajo un Gobierno progresista.