Estados Unidos impondrá un arancel máximo del 15% sobre el sector farmacéutico, de semiconductores y automovilístico de la Unión Europea. Pese al anuncio de gravámenes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hace unas semanas, las negociaciones entre Washington y Bruselas han finalizado este jueves dando lugar a un marco comercial sobre el que se trabajará de cara al futuro.

Los principales términos del acuerdo destacan la eliminación total de aranceles desde la Unión Europea sobre productos industriales estadounidenses y la imposición de gravámenes del 15% desde Washington sobre productos farmacéuticos, semiconductores, madera y productos automovilísticos a partir del 1 de septiembre. Además, Europa se compromete a aumentar su compra de armamento y equipamiento de defensa de Estados Unidos y a adquirir chips de Inteligencia Artificial con un valor de “por lo menos” 40.000 millones de dólares (alrededor de 34.000 millones de euros) mientras que la Casa Blanca garantiza que reducirá sus aranceles del sector automovilístico.

En el caso del mencionado sector, los coches y componentes europeos se verán beneficiados de una rebaja de los gravámenes que hasta ahora se situaban en el 27,5%, para quedar bajo el paraguas del 15%. "Es una buena noticia para nuestra industria automovilística, que ha sufrido grandes pérdidas económicas en los últimos meses", ha destacado el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, que ha liderado las negociaciones con Estados Unidos en los últimos meses. 

Esta medida está condicionada por parte de Washington a que el bloque comercial conceda acceso preferencial a su mercado, eliminando aranceles a productos pesqueros y agrícolas estadounidenses, incluidos frutos secos, productos lácteos, frutas y verduras frescas y procesadas, alimentos procesados, semillas para siembra, aceite de soja y carne de cerdo y bisonte.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha resaltado que este acuerdo permite que las empresas y consumidores tengan “previsibilidad”. "Se trata de un acuerdo estratégico muy importante. Lo respaldamos plenamente y nos comprometemos a cumplirlo. Lo diré claramente: la alternativa, una guerra comercial con aranceles altísimos y una escalada política, no beneficia a nadie", ha afirmado Sefcovic. Ha explicado, además, que la Comisión iniciará los procesos de legislación para aplicar esta política comercial y ha garantizado que Washington aplicará el máximo arancelario del 15% sobre el sector automovilístico de forma retroactiva a partir del 1 de agosto.  

La Unión Europea también se ha comprometido a comprar energía estadounidense, específicamente crudo, gas licuado y energía nuclear, por valor de 750.000 millones de dólares (alrededor de 646.000 millones de euros) para 2028. Además, ha garantizado la inversión de 600.000 millones de dólares (alrededor de 516.500 millones de euros) en la economía estadounidense, que estará gestionado por Trump -

Los sectores que están fuera de la lista

Como parte del acuerdo firmado entre ambas potencias comerciales, el techo arancelario cuenta con excepciones donde, según la Unión Europea, se aplicarán aranceles cero o cerca de cero. Estos productos incluyen: recursos naturales no disponibles, como puede ser el corcho; aeronaves y sus componentes; y, farmacéuticos genéricos, sus ingredientes y sus precursores químicos.

Cabe recordar que, a principios de este mes y tras la extensión de la fecha límite para llegar a un acuerdo con la Casa Blanca, Trump afirmó en una entrevista que el sector farmacéutico estaría sujeto a aranceles que superan el 15% que había anunciado inicialmente. Comentó que su estrategia empezaría: “Imponiendo un arancel pequeño sobre productos farmacéuticos, pero en un año y medio como máximo, va a subir al 150%, y entonces, aumentará al 250%, porque queremos que los productos farmacéuticos se fabriquen en nuestro país”.

Sin embargo, el bloque comercial ha destacado el compromiso tanto de Bruselas como de Washington de expandir la lista de productos incluidos en la lista de excepciones al máximo arancelario, mientras que han acordado, además, incrementar su cooperación en el comercio digital. Aun así, hay sectores que no han conseguido incluir entre las excepciones, como pueden ser las bebidas espirituosas o el acero y aluminio.

"Los aranceles sobre el vino, las bebidas espirituosas y la cerveza constituían uno de los intereses más importantes de la UE. Lamentablemente, no logramos incluir este sector", ha admitido Sefcovic, quien ha apuntado que la puerta no está cerrada para poder incluir estos productos en el futuro. En el caso del acero y el aluminio, sus gravámenes del 50% no se han alterado, pero el acuerdo alcanzado por los representantes comerciales de los socios ha aludido a la creación de un acuerdo futuro, pero no se ha dado detalles sobre ello.

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