España está sobre alerta por la detección de cerca de media docena de casos de botulismo durante las últimas semanas. El Grupo Palacios ha alertado de tortillas de patata contaminadas y ha pedido que no se consuman y se devuelvan al supermercado.

En concreto, parece que la causante de todo podría ser la inyección intragástrica de neurotoxina botulínica

En un comunicado remitido a la Agencia EFE, el Grupo Palacios solicita "a todos aquellos que hayan adquirido uno de estos productos (Chef Select, Auchan, Eroski, Unide, Consum, DIA, Ametller, Condis, El Corte Ingles, Carrefour, Alipende y Rikissimo) se abstengan de consumirlo y procedan a su devolución al punto de venta en el que lo adquirieron, donde será reembolsado su importe". Muchos usuarios han notado como la tortilla tenía mal olor y, en muchos casos, un mal sabor debido a la contaminación de los alimentos.

La empresa explica que ha decidido, y a pesar de que se llevan detectando casos dos días, "voluntariamente, por precaución, retirar de los lineales de los puntos de venta la tortilla de patatas envasada fresca al plato producida en la fábrica de Mudrian, así como detener temporalmente su fabricación".

Qué es el botulismo

El botulismo es una afección poco usual -aunque puede derivar en algo grave- causada por una toxina producida a su vez por una bacteria llamada “Clostridium botulinum” que incide en los nervios del organismo. Lo habitual es que aparezca como resultado de la contaminación de los alimentos o por la complicación de una herida, aunque también puede darse, como en este caso, después de someterse a un tratamiento médico o de cirugía.

En concreto, en estas ocasiones aparece cuando se inyecta demasiada cantidad de toxina botulínica en operaciones cosméticas o médicas y tiene también nombre propio: botulismo iatrogénico. Otro tipo poco frecuente puede venir precedido de la inhalación de toxinas como resultado del denominado bioterrorismo.

Síntomas del botulismo

Los efectos secundarios graves de este botulismo se incluye el dolor de cabeza, la parálisis facial y la debilidad muscular, pudiendo todos ellos derivar en consecuencias graves.

Pero existen otros tipos de botulismo, siendo uno de los más habituales el botulismo alimentario. Éste aparece de 12 a 36 horas después de que la toxina ingresa en el cuerpo. Los efectos dependen de la cantidad de la misma que se ha consumido, lo mismo pasa con el tiempo que tardan en aparecer los mismos. En cualquier caso, los síntomas más habituales del botulismo alimentario son la dificultad para hablar o tragar, la sensación de sequedad en la boca, la debilidad facial en los dos lados de la cara, la visión borrosa , caída de párpados, náuseas, vómitos  calambres abdominales.

En lo que respecta al botulismo por herida, estos síntomas aparecen aproximadamente diez días después de que la toxina entre en el cuerpo y los efectos secundarios pasan por la dificultad para tragar o hablar, la debilidad facial, la visión borrosa, la caída de párpados, dificultades para respirar y parálisis.

La enfermedad también puede producirse en bebés y en su caso es complicado predecir que el pequeño puede tenerla. La toxina comienza a hacer efecto entre 18 y 36 horas después de entrar en el cuerpo y los síntomas son diferentes, en algunos casos, a los de los adultos: estreñimiento, problemas para controlar la cabeza, llanto débil, irritabilidad, babeo fuera de lo común, caída de los párpados, problemas para alimentarse y parálisis, estos últimos los tienen en común con las personas de edad mayor.

Cómo se puede contagiar el botulismo

Las personas que han contraído el botulismo que protagoniza este caso lo han hecho, presumiblemente, porque les han inyectado demasiada cantidad de toxina botulónica con fines cosméticos.

En el ejemplo del botulismo alimentario, éste suele estar producido por alimentos caseros mal enlatados o mal conservados. Por su parte, el botulismo infantil viene normalmente provocado por la exposición a la tierra contaminada con la bacteria.

Las consecuencias, en cualquier caso, pueden acabar siendo graves. El riesgo más inmediato es que se pierda la capacidad de respirar, pero también pueden darse dificultades para hablar, para tragar, la falta de aire o una sensación constante de debilidad.

Alerta de la OMS

Respecto al caso expuesto en estas líneas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene una alerta sobre detección de lotes falsificados de un producto de neurotoxina botulónica, distribuido igualmente en Turquía en mayo de 2022.

Los últimos casos detectados en Alemania se han dado en adultos de mediana edad, algunos de los cuales tuvieron que ser trasladados a la UCI. Por su parte, el caso de Austria obedece a una mujer de entre 25 y 44 años y el de Suiza a otra de entre 45 y 64 años.

Europa tiene ya experiencia con esta problemática, pues en 2019 afectó a Francia, cuando el país vecino notificó un caso sospechoso en una mujer de mediana edad que se había sometido a un tratamiento para perder piso en Egipto.