Eran las 20:00 horas de la tarde de este domingo, cuando se hacía público un anuncio que venía protagonizando la campaña electoral para la presidencia de Estados Unidos. Joe Biden, candidato demócrata a la presidencia, renunciaba a su candidatura y daba así un paso atrás en su carrera como posible futuro presidente de Estados Unidos. 

Inmediatamente después de conocerse la noticia, la atención pasaba a estar concentrada en un nombre que ya había ganado cierta resonancia en las semanas anteriores: Kamala Harris, actual vicepresidenta estadounidense. A la vez que Biden comunicaba su retirada, también ofrecía el testigo a Harris en el mismo mensaje. “Mi primera decisión como candidato del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta. Y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump. Hagámoslo”. 

Ante estas palabras, Harris ha agradecido la confianza de Biden depositada en su persona. “Me siento honrada de contar con el respaldo del presidente y mi intención es ganar esta nominación. Haré todo lo que esté a mi alcance para unir al Partido Demócrata -y unir a nuestra nación- para derrotar a Donald Trump y su agenda extrema del Proyecto 2025”.

En esta línea, ha salido a la luz un mensaje que Harris compartió a través de su cuenta de Twitter en 2019 mediante el cual mostraba su postura contundente acerca del candidato republicano Donald Trump. “He perseguido a depredadores sexuales. Trump es uno de ellos. Yo cerré las universidades con ánimo de lucro. Él dirigía una. Responsabilicé a los grandes bancos. Él es propiedad de ellos. No solo estoy preparada para enfrentarme a Trump, estoy preparada para derrotarle”. 

Un mensaje que, pese a haberse compartido hace cinco años, ahora mismo gozaría de la misma actualidad. Por una parte, porque ahora es Kamala Harris una de las figuras candidatas a ocupar el puesto que le pertenecía a Biden hasta ahora y, por otra parte, porque hace apenas un año declararon a Trump como culpable de la agresión sexual a la columnista E. Jean Carroll.

Sin embargo, pese a que el de Kamala Harris es uno de los nombres que más se está comentando en materia de sucesión de Biden, no es la única que figura en la lista de sucesores y habrá que esperar para conocer definitivamente quién es el elegido. Al margen de la voluntad de Biden para que sea la afroamericana quien coja su testigo, otro de los posibles nombres es el de Barack Obama. El que fue presidente de Estados Unidos ha preferido no mencionar a Harris y pedir que la apuesta decaiga en un “candidato extraordinario”. “En los próximos días navegaremos por aguas desconocidas, pero tengo una enorme confianza en que los líderes de nuestro partido serán capaces de crear un proceso del que surja un candidato extraordinario”. 

Entre los demás candidatos, Gavin Newsom, actual gobernador de California; JB Pritzker, gobernador de Illinois; Gretchen Whitmer, gobernadora de Michigan; Dean Phillips, candidato en las primarias demócratas; y Sherrod Brown, senador por Ohio.

Con todo ello, la decisión anunciada en la tarde de este domingo 21 de julio se produce después de que diferentes miembros del Partido Demócrata solicitaran en repetidas ocasiones a Biden que diera un paso al lado dado el notable deterioro de su estado de salud, tanto física como mental, que estaba abocando la campaña demócrata al fracaso. Una vez hecha pública su retirada, uno de los primeros en reaccionar ha sido el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez. A través de su cuenta de Twitter, ha reconocido la "valiente y digna" decisión del presidente. "Gracias a su determinación y liderazgo, EEUU superó la crisis económica tras la pandemia y el grave asalto al Capitolio y ha sido ejemplar en su apoyo a Ucrania ante la agresión rusa de Putin. Un gran gesto de un gran presidente que siempre ha luchado por la democracia y la libertad".