Lo llaman el conejo de Jurassic Park, una especie que ha suscitado la perplejidad del mundo agrícola ante el volumen de sus dimensiones, notablemente mayores que las de un ejemplar de monte tradicional sumado a la apariencia de un conejo doméstico, y en especial, por su capacidad de alta reproducción que se traduce en una rápida expansión que ha dañado el mundo de los cultivos. Por el momento, la sobrepoblación de conejos híbridos ya ha afectado a más de 1.400 municipios en diez comunidades autónomas, lo que ha provocado que las autoridades emitieran una alerta sanitaria a nivel nacional en el sector agrario tras las pérdidas que se han originado en las plantaciones.
Hasta ahora, las pérdidas registran 800 millones de euros, una situación que empeora con las recientes altas temperaturas registradas y la sequía que ya está comenzando a agravar la situación forestal en el país como ha sucedido con el incendio entre Castellón y Teruel. Lo que preocupa es la situación de emergencia cinegética declarada en Aragón, Andalucía, Castilla La Mancha, Castilla y León, Cataluña, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana, La Rioja, Navarra, y Murcia.
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— COAG CyL (@CoagCyl) March 27, 2023
Ya son más de un millón de hectáreas las que han sufrido estos daños del conocido “Jurassic Park cunícola en el campo español”, en concreto, de cultivos de cereal, viñedo, leguminosas, olivar, frutales, almendros y hortícolas al aire. “No solo producen daños en la producción, sino que en el caso de leñosos los daños son tan profundos que obligan a tener que sacar los árboles y replantar, con los gastos y pérdidas que eso conlleva. Hasta los cinco o seis años no se empieza a tener una cosecha normal. A ello hay que sumar el aumento de costes en la lucha contra los mismos, como la colocación de vallados perimetrales o protectores para leñosos”, explica Osvald Esteve, responsable de Fruta Dulce de La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).
La irresponsabilidad de los ciudadanos y las administraciones
A través de un comunicado han alertado sobre la crítica situación y desesperante para los trabajadores de los cultivos. “Nos enfrentamos a una inédita plaga de conejos híbridos nunca antes vista. Es una mezcla de conejo de monte con doméstico. Más grande, más voraz y con mayor capacidad para procrear”, denuncia Javier Fatás, responsable de Medio Ambiente y Fauna Salvaje de la Ejecutiva de COAG. La causa de esta especie híbrida se debe a “la irresponsabilidad por parte de los ciudadanos y las administraciones, que abandonan conejos domésticos cuando se cansan de ellos como mascota y los echan al campo, que han intentado moldear de forma artificial el mundo natural”, continúa.
Los conejos híbridos parten de los "conejos domésticos que abandonan cuando se cansan de ellos como mascota y los echan al campo"
Asimismo, Fatás en el texto también apunta a las administraciones permitiendo “la proliferación de conejos sin control para alimentar a especies en peligro de extinción como el lince”. “La situación se les ha ido de las manos y ahora los que estamos pagando las consecuencias somos los agricultores y ganaderos”, concluye Fatás.
Por ello, la COAG pide una cita con el Ministerio de Agricultura con el objetivo de reclamar tanto al Gobierno como a las autonomías la necesidad de establecer medidas eficaces ante “las claramente insuficientes”. Entre las peticiones se encuentra un “control poblacional de los conejos: campaña de esterilización y eliminación de madrigueras”, así como “indemnizaciones para los profesionales agrarios cuyas explotaciones se vean afectadas por la presencia de conejos”.
El mundo rural en situación crítica
La aparición de conejos no ha sido puntual. Ya a finales de febrero, la Unión de Campesinos y Agricultores de Castilla La-Mancha junto a la Plataforma de damnificados por la plaga de conejos convocaban una manifestación la capital toledana con más de 2.500 agricultores. “Queremos una reunión con la Consejería de Agricultura para que declare plaga la invasión de conejo híbrido, no el autóctono de toda la vida y se puedan aplicar otras medidas más a parte de la caza y no tener que ir a envenenar a nadie”, aseguraban los colectivos en la protesta.
Nosotros no queremos que envenenen a este conejo ni que rompan la cadena alimentaria de otros animales
Asimismo, añaden que “nosotros no queremos que envenenen a este conejo ni que rompan la cadena alimentaria de otros animales, pero entre envenenar y cazar hay otras medidas intermedias que no se están utilizando”. En el caso manchego, “esta situación afirma que afecta a miles de familias que sostienen el medio rural en nuestros campos y ante la indefensión que nos encontramos, muchas de ellas no encuentran otra opción que el abandono”.
Desde el Ejecutivo de Castilla La-Mancha, la portavoz Blanca Fernández ha pedido a los agricultores afectados “comprensión y paciencia” asegurando que se ha pedido permiso a Renfe para poder actuar en los terrenos con más población de este tipo de conejos. Asimismo, han descartado utilizar la química, aunque continúan sin una solución consolidada tras las múltiples reivindicaciones por la situación. “Ya la sustancia química no solo acaba con el conejo, sino que también lo hace con otras especies animales y vegetales, lo cual sería perjudicial para el ecosistema y para el rendimiento del sector agrario”, sostenía Fernández.
