El Partido Socialista despliega el cortafuegos tras la filtración de los mensajes entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el exministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana José Luis Ábalos. En el cuartel general del PSOE apuestan por rebajar el impacto de la publicación de El Mundo, a pesar de que la derecha no tardó en avivar las llamas de la hoguera. Desde diversos niveles de Ferraz se apunta a la “gravedad” que supone la filtración de unos mensajes que, según justifican, pertenecen a la “esfera privada”. Incluso hay quien airea que incluso pueden ser hechos constitutivos de delito, aunque otros amortiguan el golpe argumentando que “ya se conocían” y no “aportan absolutamente nada”.

Voces como la de la secretaria de Política Económica y Transformación Digital, Enma López, apuntan en esa dirección. “Se está dando vueltas a algo que no tiene mucho más fundamento”, deslizaba la dirigente socialista a la entrada de la reunión de la Ejecutiva Federal de este lunes. En concordancia con esta narrativa, fuentes socialistas transmiten por un mensaje de tranquilidad. Basado especialmente en que los mensajes que se han filtrado hasta el momento no sugieren nada más que las relaciones habituales en un partido político. El Gobierno “seguirá avanzando” a pesar de la campaña.

Fango de la derecha

Aunque los mensajes no supongan una amenaza directa a la estabilidad del Ejecutivo, sí advierten de la “gravedad” de que se filtren aspectos de la esfera privada de las personas como una conversación de WhatsApp al uso. El ministro para la Transformación Digital y de la Función Públicas, Óscar López, denunciaba el domingo la “campaña infame” desplegada contra el presidente del Gobierno a raíz de “comunicaciones privadas”. “Me gustaría saber si alguien va a investigar esta filtración como se han investigado otras”, deslizaba en relación a otras publicaciones que afectan a personalidades de la derecha política.

En cualquier caso, López recordó las palabras del ex presidente del Gobierno José María Aznar cuando dijo ‘el que pueda hacer que haga’. Pero la “campaña infame” que atribuye a la derecha y la ultraderecha “no tiene nada que ver con ninguna causa judicial”. “Es muy grave y desde luego que entienden todos aquellos que están en acabar con este Gobierno por tierra, mar y aire. Sin ningún límite y sin ningún escrúpulo”, continuaba el líder del PSOE-M, quien prometía que, a pesar de todo, el Ejecutivo de coalición “va a seguir avanzando”. “No lo van a conseguir”, percutió, al tiempo que subrayaba que los mensajes “tienen un tono muy claro” contra distinguidos miembros socialistas que “han ido desapareciendo”.

A esta teoría se apunta también el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación. Luis Planas señaló públicamente a la derecha mediática tras la publicación de los mensajes entre Ábalos y Sánchez, enfatizando en que se trata de un hecho “constitutivo de delito” y que quien los ha filtrado a la prensa tiene como misión erosionar al Gobierno progresista. Planas, como precisaba su colega del Consejo de Ministros, recordaba la advertencia de Aznar mientras se afirmaba que lo que “realmente preocupa a los ciudadanos” son las conversaciones entre el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y el líder del principal partido de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. “O qué hizo el señor Mazón en aquellas cuatro horas, el día clave de la DANA”, remataba.

El titular de Agricultura destacaba que las relaciones entre el Gabinete de Sánchez y el exministro de Transportes “son nulas”. En este sentido, insistía en que el objetivo de tales filtraciones no es otro que “erosionar al Gobierno”, encuadrando esta labor en la estrategia final de las campañas de la derecha y la ultraderecha para hacer descarrilar al Ejecutivo de coalición y, en especial, al Partido Socialista. “Pretenden forzar unas elecciones generales”, espetó el exdiplomático.

Presión del PP

Génova ha afilado sus cuchillos durante todo el fin de semana y ha preparado el caldo de cultivo por si se activaran las palancas de un presunto adelanto electoral. El líder del Partido Popular anunciaba este lunes la convocatoria de un Congreso tras las presiones de sus barones, quienes han colmado de puyas al PSOE la reunión de este lunes. “Tono cesarista” y “autoritario”. Así han definido los líderes territoriales los mensajes que ha publicado El Mundo en los que Sánchez y Ábalos arremetieron contra Emiliano García-Page, Javier Lambán o Guillermo Fernández Vara.

Ante los medios de comunicación, a su llegada al cónclave semanal del PP, desfilaron Juanma Moreno, Jorge Azcón, Paco Núñez y María Guardiola han cargado contra Sánchez y calificaron de “muy grave” la manera de Sánchez de “expresarse en relación al poder”, así como de “tratar con desprecio y tono cesarista” a compañeros que discrepan de la línea retórica marcada, en este caso, por Ferraz. “Actuar con tanto desdén, con tanta falta de respeto hacia sus propios compañeros, demuestra cómo es la persona y cómo es Sánchez”, sentenciaba. Mientras que el jefe de los conservadores, ironizaba en su comparecencia ante los periodistas sobre el asunto al no mencionar a todos los barones en un primer momento. 

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