A lo largo de nuestra vida nuestro cerebro va acumulando millones de experiencias. Muchos de esos recuerdos son positivos, momentos felices que nos encanta rememorar y que hacen que nuestro presente sea aún mejor. No obstante, a veces hay otros recuerdos que nos gustaría que no estuviesen guardados entre nuestras memorias debido al dolor que nos causaron en su momento. Es imposible eliminarlos de nuestro cerebro, sin embargo, con la terapia EMDR conseguiremos que estos traumas los recordemos pero que no nos afecten en nuestra vida ni en nuestro día a día de forma negativa

¿En qué consiste la terapia de EMDR?

EMDR son las siglas de “Eye Movement Desensibilization and Reprocessing”, en español Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares. Esta terapia que está avalada por la Organización Mundial de la Salud y es considerado como el mejor tratamiento para tratar el Trastorno de Estrés Postraumático. A diferencia de las terapias más convencionales, el EMDR es una psicoterapia avanzada ya que no son necesarios largos períodos de tratamiento para lograr el objetivo último: alcanzar el bienestar del paciente.

La base del EMDR está en la estimulación bilateral cerebral. Esta estimulación se realizará a través de movimientos oculares, pequeños golpes o sonidos. Con ello se consigue que las emociones bloqueadas en nuestro cerebro y que nos están causando un trauma se liberen al fomentar un flujo de información entre ambos hemisferios cerebrales, encontrando de este modo nuevas soluciones funcionales y realistas.

¿Para qué casos está recomendado el EMDR?

Esta terapia se empezó a aplicar a finales de los años 80 para tratar personas traumatizadas en la guerra de Vietnam y víctimas de abuso sexual. Pronto se descubrió que el tratamiento de Desensibilización y Reprocesamiento por los Movimientos Oculares puede ser aplicado a una amplia variedad de sintomatología: ansiedad, depresión, miedos, dificultad para dormir, impulsividad, agresividad, falta de atención, etc. 

La aplicación de la terapia debe ser realizada por un o una terapeuta. Esta persona será la encargada de guiar todo el proceso y tomar las decisiones clínicas que sean oportunas para conseguir que el paciente llegue a una “resolución adaptativa”, esto es, que sea capaz de procesar la información sobre el incidente que le causó el trauma.

Los beneficios de la terapia de EMDR en la clínica Neuroscenter

Aunque la terapia EMDR no se caracteriza por ser un método lento y largo, está comprobado que sus resultados son perdurables en pacientes con Trastornos por Estrés Postraumático (TEPT). Así mismo, su efectividad ha sido verificada en casos de ataques de ansiedad, miedo a intervenciones quirúrgicas, fobias, etc.

El paciente estará en el centro de la terapia con EMDR ya que el terapeuta activará sus mecanismos de curación inherentes. Llegando a las soluciones con nuestros propios medios y recursos los resultados serán más duraderos, evitando, así mismo, medios exógenos como fármacos que pueden tener efectos secundarios en nuestro cuerpo. 

Según las últimas investigaciones y según la Organización Mundial de la Salud el EMDR no tiene ningún tipo de efecto secundario adverso. Se trata de una técnica no invasiva que contribuirá a mejorar nuestro presente y nuestro futuro al ayudarnos a digerir y entender los traumas del pasado.