Qué tendrá la luna que a todos nos gusta contemplarla. Esa magia que desprende y que nos deja aturdidos durante segundos observando su belleza hace que sea uno de los fenómenos más bonitos de nuestro planeta. En la noche del 31 de enero pudimos ver algo que no se repite desde hace 150 años: un eclipse lunar, una superluna, una luna de sangre y una luna azul

Un fenómeno que no está al alcance de muchos. Por eso gracias a este vídeo de VerMundo (sites de viajes fundado por Pedro Alvera y Denica Veselinova) hemos podido ser testigos de este momento mágico en el que la luna surca el cielo de Madrid.

¿Cómo se forma un eclipse?

Los eclipses lunares ocurren cuando la Tierra se encuentra entre el Sol y su satélite, lo que es visible desde los lugares donde la Luna esté sobre el horizonte en el momento del fenómeno. Durante la totalidad, la luna entera se encuentra dentro del cono de sombra aunque no desaparece de vista, sino que adquiere una tonalidad rojiza, razón por la que algunos medios y en la redes sociales la hayan bautizado como "luna de sangre".

Esto ocurre porque la Luna refleja la luz roja del Sol refractada por la atmósfera terrestre, que solo filtra los componentes azules. El eclipse coincidió con una "superluna", que es cuando el satélite terrestre se encuentra en su perigeo, cómo se denomina a su punto más cercano a la Tierra (apogeo es el más lejano).

Durante el perigeo, el diámetro del satélite puede aumentar hasta en un 14 por ciento, lo que no se distingue a simple vista, y también se incrementa su brillo.

El tercer fenómeno simultáneo en gran parte del planeta es que se trató de la segunda luna llena del mes -lo que en inglés llaman la "luna azul", aunque no tenga nada que ver con ese color-, un fenómeno que ocurre de media cada 2,7 años.

La Nasa, que retransmitió el eclipse en directo en su página web, indicó que este año habrá otro eclipse total de Luna el próximo 27 de junio.