En la entrevista emitida por el programa Salvados, , Évole bromea sobre una hipotética campaña para votar a los mercados, ya que son ellos los que deciden en última instancia, y Anguita recoge el guante pidiendo que le pusiera nombres a esos “mercados”, como los de Emilio Botín o Francisco González. Preguntado sobre un hipotético chantaje de los mercados si fuera él presidente, Anguita sorteó el dilema: “Usted me coloca en el lugar de Zapatero, si yo llego a presidente de Gobierno es que le he explicado a los españoles y ya tengo la fuerza en esos españoles”.

Suspende a su ex compañera Aguilar
En otro momento el entrevistador pidió a Anguita que evaluara el izquierdismo de varios políticos, y no dudó en suspender a Zapatero, cuyas políticas sociales tachó de “brindis al sol” o “faenas de aliño de poca enjundia” ya que “hoy ser de izquierdas significa o una banca pública o siendo suaves, nacionalizar la banca”. También suspendió a Pérez-Rubalcaba, a Felipe González y a su ex compañera de filas Rosa Aguilar, ahora en el PSOE.

“Representado por la revolución venezolana”
A Cayo Lara le aprobó “no solamente por su discurso, sino por su ejemplo”, mientras que a Llamazares “también” aunque “sin llegar al grado” del anterior. Fidel Castro obtuvo un “totalmente” en el test sobre izquierdismo, al igual que Evo Morales o Hugo Chávez, al que definió “un señor muy sui generis en cuanto a las formas, que yo no las entiendo, pero me considero representado por la revolución venezolana”

Armado en despacho durante 23-F
Anguita entró en otros terrenos más personales, como su actitud durante el golpe de Estado del 23-F, momento en el que era alcalde de Córdoba y merodeaban por la ciudad grupos de extrema derecha. Asegura que se encerró en el despacho y “cogí la pistola”, y en este punto puso el ejemplo de Salvador Allende que murió por defender sus principios, sentenciando que “eso me pasó a mí, con más miedo que vergüenza”. Sobre el 23-F apuntó que era una “operación que venía con el consentimiento de la Zarzuela”.

Aznar “me invitó a comer” y “echamos una partida”
El ex secretario general del PCE dijo que “no es cierto” que tuviera buena relación con el ex presidente Aznar. “No es cierto” Reconoció en cualquier caso que en 2001 o 2002, cuando él ya estaba retirado en Córdoba, “me invitó a comer, echamos una partida [de dominó] y ya está” así como que “cuando murió mi hijo en Irak me mandó una carta autógrafa que yo no le contesté, no porque considerara que era responsable de la muerte de mi hijo” sino porque “era responsable de apoyar aquel genocidio, pero mi hijo era un corresponsal de guerra, un periodista, y eso va en la nómina”. “No le contesté porque me sentí muy mal por el apoyo a Irak, no por la muerte de mi hijo”, insistió.